Marisa Jara revela su infierno con la bulimia

Lleva media dedicada a la moda, aunque su paso por esta profesión no ha sido fácil. Marisa Jara (Sevilla, 1980) comenzó como modelo por pura casualidad, a los 15 años, cuando decidió acompañar a su hermana a una entrevista de trabajo en una agencia de publicidad, en la que se fijaron en ella.

Poco a poco, la sevillana inició su carrera profesional como «top» internacional, pero a la vez que subía su popularidad, sufría más problemas con su alimentación. Llegó a padecer bulimia, algo que no reconoció hasta que cumplió los 30 años y se dio cuenta de que la enfermedad la había consumido por completo.

Ahora, a sus 37, ya recuperada por completo y reconvertida a modelo «curvy», ha decidido publicar un libro, «La talla o la vida», para ayudar a otras mujeres que pasan por lo mismo.

El él, Jara relata cómo fue pasar por este trastorno y cómo le afecto su carrera. «Todos los días me pesaban, empecé a ver que no podía engordar ni un kilo. Lo llevaba mal, sobre todo cuando me cancelaban algún trabajo por esa razón, lo que me hacía bajar mi autoestima», declara la modelo a la revista «Semana».

«Cada vez que pensaba en la comida era como si planease un asesinato: buscaba estrategias para conseguir comer sin engordar. Se trata de una adicción y es igual que las drogas. Te sientes mal, con la autoestima baja y eso te crea problemas de salud. Yo llegué a ingresar con el esófago quemado», explica.

Admitir lo que le pasaba y continuar en la profesión como modelo «curvy» fue su salvación: «Estoy trabajando mucho y sin presiones». Aun así sigue en contacto con con su psiquiatra y su nutricionista, porque como le ha pasado a ella en dos ocasiones, se puede recaer de nuevo.