El Príncipe Enrique de Dinamarca posa con un grupo de niños indonesios en Yakarta
El Príncipe Enrique de Dinamarca posa con un grupo de niños indonesios en Yakarta - EFE

El marido de la Reina Margarita de Dinamarca se siente discriminado por los daneses

El Príncipe consorte Enrique expresa nuevamente su malestar en una entrevista a «Le Figaro»

Copenhague Actualizado: Guardar
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En una entrevista publicada por el diario francés «Le Figaro», el Príncipe Enrique, marido de la Reina Margarita II de Dinamarca, manifestó nuevamente su malestar por el hecho de que los daneses no le llamen Rey, lo que, según él, demuestra que el país no es tan igualitario entre géneros como se supone. «¿Por qué tengo que ser Alteza en lugar de Majestad? Decidí llamarme a mí mismo Príncipe consorte con el fin de buscar un lugar en la sociedad danesa y tener un propósito y una posición en mi trabajo como Príncipe», declaró recientemente al citado diario con motivo de una exposición de sus esculturas surrealistas, que se venden entre 1.700 y 90.000 euros en la galería Jardins en Art de París. «Me enfada esta discriminación. Dinamarca, que es conocida por defender la igualdad de géneros, parece que considera que los maridos valen menos que las mujeres», añadió.

«Todas las Reinas de la historia han hecho Reyes consorte a sus maridos. ¿Por qué tengo que estar yo por debajo de mi mujer?», dice Enrique

No es la primera vez que el Príncipe Enrique, de 81 años, se despacha con críticas al país escandinavo en sus viajes al extranjero. En febrero de este año aprovechó un viaje a Holanda para expresar su frustración por el hecho de que Dinamarca se niegue a reconocerle como un igual con respecto a la Reina Margarita. «Todas las Reinas de la historia han hecho Reyes consorte a sus maridos. ¿Por qué tengo que estar yo por debajo de mi mujer? Es la vida, pero no lo acepto y no lo aceptaré nunca», manifestó en aquella ocasión en una entrevista en la televisión pública holandesa. «¿Por qué hay que copiar una excepción hecha en Inglaterra hace 200 años? ¿Por qué copia Dinamarca a Inglaterra en lugar de copiar a España?», continuó, antes de que la Reina Margarita le diera una palmadita en la espalda para que se callara.

Lars Hovbakke Sørsensen, profesor de historia y experto en la Familia Real danesa, explicó al diario BT que los últimos comentarios de Enrique causarán una conmoción en la Casa Real. «Es una situación irritante para la Casa Real, la Familia Real y para la Reina. Crea un debate sobre la Familia Real que no es positivo y es un problema cada vez que el Principe habla así», dijo Sørensen.

En Año Nuevo, se sintió humillado al ser relegado a un tercer lugar por su mujer y su hijo «en su propia casa», según dijo

Incómodo por no encontrar su lugar dentro de la Monarquía danesa, el Príncipe Enrique sufrió una de sus grandes humillaciones en 2002, cuando una enfermedad de la Reina impidió a ésta recibir a sus invitados con motivo de la fiesta de Año Nuevo. El Príncipe Federico se convirtió, entonces, en el anfitrión en lugar de su madre, lo que provocó el enfado del marido de la Reina, al ser relegado a un tercer lugar por su mujer y su hijo «en su propia casa».

La actitud del Príncipe consorte es causa de irritación entre los daneses, ya que, a sus polémicas declaraciones se unen numerosos desplantes hacia su esposa. El más sonado de ellos sucedió en el mes de abril, con motivo del 75 cumpleaños de la Reina; un acto que congregó a toda la realeza europea y a la que, sin embargo, no asistió alegando una fuerte gripe. La soledad de Margarita saludando desde el balcón del Palacio de Amalienborg o atendiendo a sus invitados, arropada únicamente por sus hijos y sus nueras en la cena de gala de Christiansborg -a la que acudieron los Reyes Don Felipe y Doña Letizia-, produjo entonces cierta tristeza entre sus súbditos, que se tornó en malestar cuando se descubrió que Enrique marchaba a Venecia unas horas después. Un portavoz de la Casa Real indicó entonces que el viaje formaba parte de su proceso de recuperación, justificación que no convenció a casi nadie. Además, su pésima pronunciación del idioma danés, con un fuerte acento francés, es motivo de chistes entre la población, todo lo contrario de la admiración que existe por la Princesa Mary, de origen australiano y esposa del heredero de la corona, Federico.

Nacido en el suroeste de Francia como Henri Marie Jean André de Laborde de Monpezat, se casó con la Princesa Margarita en junio de 1967. Cuando ésta subió al Trono en 1972, recibió el título de Príncipe consorte, siguiendo las tradiciones de las familias reales del norte de Europa. La pareja real tiene dos hijos, Federico y Joaquín, y ocho nietos.

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