Mar Flores no se interesa por la participación de su sobrino en «Gran Hermano VIP»

Cena de gala en el consulado de Italia en Madrid, para celebrar el desfile del diseñador Jorge Vázquez en la Semana de la Moda de Madrid. Con la misma vegetación que el interiorista Amaro Sánchez de Moya adornó la pasarela para convertir el desfile en un jardín tropical, se engalanaron las mesas, logrando un efecto al más puro estilo Visconti. Caritina Goyanes se encargó del catering, mientras el protagonista de la noche no paraba de recibir enhorabuenas por sus propuestas para la próxima temporada.

Como es habitual en estas veladas, se vieron muchas caras conocidas y numerosas invitadas con modelos de Vázquez, que se ha convertido en el favorito de algunas de nuestras famosas más solicitadas.

Tal es el caso de Mar Flores, que llegó fantástica con un pijama de raso en plata y bordados, firmado por Vázquez.

Mar, a quien ya se vio en diferentes desfiles de la Semana de la Moda junto a su marido, Javier Merino, sabía que su presencia iba a suscitar interés, debido a la reciente publicación de unas fotos en las que se ve a Merino a la salida de un juicio con Hacienda por una deuda que roza los dos millones de euros, del que ha resultado absuelto. Aunque en el titular de la revista que publicó las imágenes se decía que estaba llorando por su contencioso con la Agencia Tributaria, su mujer se encargó de aclarar que Javier no llora desde que tenía 6 años. Para ser sinceros, eso casi resulta más extraño que tener una deuda con Hacienda.

Mar a duras penas podía hablar, así que no paraba de mover los labios y las manos, mientras se señalaba la garganta para explicar que estaba afónica y que no podía contestar las preguntas. Sin dudar de su afonía, lo cierto es que como truco se podría patentar. Pero incluso por señas, me aseguró que no está siguiendo los avances de su sobrina Laura Matamoros en el reality «GHVip», que no se entera de nada de lo que aparece en televisión sobre los problemas familiares de su hermana Marián con su ex marido, Kiko Matamoros, y que vive muy feliz al margen de todo.

Otros invitados a la cena fueron Fernando Martínez de Irujo, los duques de Terranova, Sergio Trapote y su mujer Marta y la diseñadora sevillana Rocío Peralta, que llegó con su marido Cayetano. Sobra decir que, en los corrillos, muchos hablaban del sorprendente noviazgo del marqués de Griñón con la malagueña Esther Doña y de la boda, este sábado, de Andrea Pascual y Beltrán Gómez Acebo. La novia ayer comió con su madre en el restaurante Nimú, haciendo una pausa en los preparativos del enlace. Por cierto, la que fuera su «jefa» y amiga, Fiona Ferrer, me confirmó en la cena de Vázquez que no acudirá a la ceremonia que se celebrará en el domicilio de la Infanta Doña Pilar. Hoy no tienen ningún tipo de comunicación.