Lady Lucan, el oscuro final de la viuda más enigmática de Inglaterra

La Policía halla el cadáver en su mansión londinense, donde su exmarido asesinó a la niñera en 1974

A. MELLADO

Hacía tiempo que la luz del día no penetraba en la mansión del elitista y céntrico barrio londinense de Belgravia donde Lady Lucan vivió prácticamente toda su vida. Unas gruesas cortinas cubrían los ventanales para evitar miradas fisgonas. Ella era la única testigo de un brutal crimen que intrigó a la aristocracia británica durante las últimas cuatro décadas. Su ausencia reiterada esta semana en el cercano Green Park, por donde salía a caminar todas las mañanas, levantó sospechas. Los peores presagios se confirmaban el pasado miércoles, después de que la Policía Metropolitana encontrase su cuerpo sin vida en el mismo salón, donde hace 43 años su marido, Lord Lucan , asesinó a sangre fría a la niñera Sandra Rivett . Con la muerte de Lady Ducan , a los 80 años, se cierra uno de los capítulos más truculentos de la crónica negra británica.

A finales de 1974, Lord Lucan, de 39 años, y Verónica Duncan , Lady Lucan, de 37, forman un exmatrimonio mal avenido enzarzado por la custodia de sus tres hijos y la propiedad de la casa familiar. Hasta ahí, todo normal. Él es un jugador profesional, acuciado por las deudas contraídas en el vecino Clermont Club en interminables timbas de bridge y backgammon. Ella, una mujer frágil de apariencia menuda y psique volátil. El 7 de noviembre de 1974, Lady Lucan se encuentra en su casa de Belgravia con su hija Frances y con la niñera, con una complexión muy similar a la de su señora. Sandra les ofrece un té y baja a la cocina del sótano. Pasa un cuarto de hora y al no regresar Lady Lucan decide bajar. Intentan estrangularla, grita y una mano la silencia. Huye al pub The Plumbers Arms , mientras el cuerpo de la nanny yace sin vida sobre un charco de sangre. Según las investigaciones, Lord Lucan la confundió con su mujer y descargó toda su saña sobre ella. La policía no logró nunca dar con él. ¿Dónde se ocultó? ¿Se suicidó? Estas preguntas nunca hallaron respuesta. El séptimo conde de Lucan fue dado por muerto en 1999, pero la sentencia se dictó en 2015. La Corte Suprema británico tardó 41 años en proclamar la muerte en diferido del aristócrata y por fin permitir a su hijo George usar el título. Lo único que le ha quedado como legado de sus padres. Ninguno de los tres hijos, ni Frances (52), ni George (50) ni Camilla (46) herederá ni una libra de su madre. «Verónica siempre estuvo convencida de que no les dejaría nada», asegura una persona de su entorno al diario «Daily Mail».

Custodia de los niños

Lady Lucan rompió la relación con sus hijos en 1982, después de que su custodia fuese adjudicada a su hermana Christina. «Nunca le perdonó a George que se trasladase a vivir con su tía cuando era un adolescente. Se alejó aún más de él después de descubrir que había entrado en su casa para coger algunas de sus pertenencias mientras estaba en el hospital». Durante los últimos años, Verónica ponía el nombre de su abogado en los formularios cuando le preguntaban por su pariente más cercano. Sumida en la soledad, una de sus últimas conversaciones la mantuvo con el equipo de televisión del canal ITV que la entrevistó para el documental «Lord Lucan: My Husband, The Truth» emitido el pasado mayo. «Antes de tener sexo, mi marido me golpeaba con un bastón. Así era él. Lamento profundamente que mi matrimonio haya causado la muerte de Sandra Rivett».

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