Preysler y Vargas Llosa en la presentación de «Preso pero libre»
Preysler y Vargas Llosa en la presentación de «Preso pero libre» - GTRES

Isabel Preysler no está buscando vestido de novia: «No tengo prisa»

Una firma de moda nupcial la ha fichado como madrina, pero ella aclara que no hay planes de boda con Vargas Llosa

MADRID Actualizado: Guardar
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Alucinada. Así es como dicen que está Isabel Preysler, tras enterarse de que en algunos medios han contado que, el día de la presentación del libro de Mario Vargas Llosa «sintió celos» por la presencia de Aitana Sánchez-Gijón en el acto, en el que además la actriz leyó uno de los capítulos de la obra «Cinco esquinas». En el entorno más cercano de Preysler comentan que se ha quedado de lo más sorprendida, puesto que todos saben de la buena relación que existe entre ambas, independientemente de la entrañable amistad que hayan tenido el escritor peruano y la actriz española desde hace más de quince años.

«Tal y como está Mario con Isabel, jamás habría pensado hacer nada que a ella le pudiera molestar.

Es absolutamente falso que hubiera tensión, es justo lo contrario. Antes del acto las dos estuvieron más de media hora en un reservado hablando tranquilamente, dado que se conocían de tiempo atrás. En cuanto Aitana acabó la lectura, se sentó a su lado. Hay mucha complicidad entre ellas y se nota que se llevan muy bien», explica una íntima de Isabel, que también estuvo en la presentación.

El próximo 31 de marzo, Isabel reaparecerá ante los medios como madrina de la inauguración de una nueva tienda de Pronovias en Madrid. No hay mejor novia casadera en estos momentos que la mismísima «reina de corazones», y de ahí la elección. Ella ha desbancado a otras aspirantes, como pueden ser sus propias hijas, Ana Boyer y y Tamara Falcó. Tamara debe de esta alucinadas viendo cómo tanto su madre como su padre, el marqués de Griñón, están viviendo una segunda juventud gracias a sus nuevos amores.

Sin prisas

A Isabel le están preparando un vestido de fiesta para ese acto, y eso ha dado pie a que circule el rumor de que ya está en máquinas su vestido nupcial para su boda con Vargas Llosa, algo que cuando ha llegado a sus oídos se ha encargado de desmentir. «Me lo voy a tomar con tranquilidad, ya que no tengo ninguna prisa», ha dicho en su entorno sobre esa futurible boda. De momento, hasta que no se firme el divorcio de los Llosa, lo de hablar de otro enlace es saltarse varios capítulos de esta historia.

No será una boda, aunque sí una gran celebración, la serie de actos que se están organizando con motivo del 80 cumpleaños del premio Nobel, y donde Preysler solo estará en calidad de novia del homenajeado, pues no está organizando absolutamente nada. Son sus compañeros de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y la cátedra los que ultiman los discursos, la lista de invitados (habrá hasta siete expresidentes de Gobierno de España y de diversos países de América Latina) y la producción del evento sin que la mano de Isabel ponga o quite nada. El perfil de los asistentes será de índole intelectual y política, y no habrá rostros habituales de la crónica social, donde Isabel Preysler siempre se ha movido con auténtica soltura.

El broche de oro de los festejos será una cena de gala en el hotel Villamagna de la capital, el domingo 28 de marzo, a la que acudirán más de 400 invitados de todo el mundo. Las mujeres irán de largo, los hombres de esmoquin, y se espera a grandes de las letras, como el Nobel Orhan Pamuk. Pero de eso y más seguramente la pareja hable durante estos días de Semana Santa. Algunos amigos cercanos cuentan que pasarán estos días en Salzsburgo, aunque ellos prefieren no decir nada para evitar que los paparazis les amarguen las vacaciones.

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