Una exmodelo exige más de 200 millones de euros a su exmarido por estar «acostumbrada» al lujo

La exmodelo británica Christina Estrada vio peligrar su ostentosa vida cuando decidió poner fin a su matrimonio con el jeque saudí Walid Juffali. Los tribunales se han convertido en su único medio para mantenerse en las altas esferas, un selecto club al que ha permanecido desde su salto a la fama. Por esta razón, ha solicitado a su exmarido nada menos que 196 millones de libras –unos 236,5 millones de euros–. Una cantidad necesaria para ella, que afirmar estar demasiado «acostumbrada» al lujo como para desprenderse de él.

Estrada rechazó una oferta inicial de la que fuera su pareja de 44 millones de euros. Una cifra que no cubre los gastos de la exmodelo, que pretende destinar al menos un millón a ropa y calzado.

En concreto, afirma que gasta, anualmente, 48.000 euros en abrigos, 139.000 en vestidos de alta costura y 25.000 en zapatos.

Al juicio acudió con la intención de conmover al jurado. No faltaron en su declaración en el Tribunal Suremo de Londres los golpes y patadas a la mesa, los silencios dramáticos y los llantos.

«Soy Christina Estrada. Fui modelo internacional. He vivido este tipo de vida. Es a lo que estoy acostumbrada», sentenció.

Los abogados de Juffali han afirmado que los activos del jeque no alcanzan la cantidad que pide su exmujer, por lo que, en el caso de tener que pagar la cantidad que solicita Estrada, tendría que recurrir al dinero de sus propias hijas. En ese momento, la demandante comenzó a llorar al recordar la llamada que el día anterior le hizo su hija adolescente: «Mamá, vas a convertirme en una niña pobre». Pese a todo, Estrada cree que su expareja está escondiendo su verdadera fortuna.

Otro de los frentes abiertos afecta a la futura casa en la que vivirá a partir de ahora. Estrada ha señalado que no desea compartir piso con sus empleados, por lo que necesitará varios millones de libras para comprar una vivienda grande. No ha dudado en rechazar algunas propuestas de los abogados de Juffali, que le ofrecieron dos mansiones por valor de 4 y 8 millones de euros: «Están por debajo del nivel de vida al que estamos acostumbrados –ha reiterado–, son demasiado pequeños para dar cabida a nuestro personal.

Su sueño es convertirse en la propietaria de una casa de campo situada en Londres. También pide 600.000 euros para comprar cinco coches, tres en la capital inglesa y dos más para Beberly Hills.