Rufus Gifford el día de su boda
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El embajador estadounidense en Dinamarca, convertido en una estrella de televisión

El reality sobre Rufus Gifford cautiva a los daneses

Copenhague Actualizado: Guardar
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El embajador de Estados Unidos en Dinamarca, Rufus Gifford, no es un desconocido para las cámaras e, incluso, había aparecido en algunos papeles de Hollywood, como en la película Garfield, antes de dedicarse a la diplomacia. Sin embargo, la serie de televisión danesa Jeg er Ambassadøren fra Amerika, (Yo soy el embajador de Estados Unidos), le ha lanzado a la fama en la nación escandinava donde ha cautivado los corazones de la audiencia y ha conseguido mejorar la imagen de su país gracias a su sinceridad, sentido del humor, emociones y a la forma espontánea y natural con la que aborda su homosexualidad.

Gifford se convirtió en un personaje popular desde su llegada a Dinamarca en agosto de 2013, gracias, en parte, a su condición de homosexual, en el primer país del mundo que, hace 26 años, aprobó el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

La serie de la televisión danesa, ya en su segunda temporada, muestra su lado más personal e íntimo a la vez que enseña sus obligaciones como embajador y los esfuerzos para combinar su trabajo y su relación con su pareja, el veterinario Stephen DeVincent. Casi 100.000 personas han visto cada entrega del reality que ha pasado a ser uno de los programas más exitosos de la televisión danesa.

«Creo que se ha convertido en este gran éxito por el carácter de Rufus. Es lo que llamamos un ‘gran personaje’. Nuestra audiencia y mucha gente en Dinamarca le quiere, cree que es un modelo a seguir, es positivo, le gusta Dinamarca, y tiene una visión muy positiva de nuestro país. Es un gran embajador, abierto y cordial que da a los daneses una buena impresión de Estados Unidos», explica Erik Struve Hansen, productor de la serie y responsable de la misma.

Los daneses han visto a Gifford desfilar por las calles de Copenhague con su pareja el Día del Orgullo Gay, mostrar su preocupación por el cambio climático al visitar una estación científica en Groenlandia cerca del polo Norte, se han encariñado con su apacible perro Argos y se han emocionado con las lágrimas del embajador cuando ve en televisión el discurso de Obama en el que reconoce la unión entre homosexuales. Gifford ha entrado en los hogares de los daneses y ha abierto las puertas de su bella residencia al borde del mar a los espectadores que han compartido los momentos más íntimos de su vida familiar.

El colofón de la serie, como no podía ser de otra manera, es su boda en el ayuntamiento de Copenhague con DeVincent. «Casados. En el país que creó los cuentos de hadas, nosotros hemos empezado el nuestro…Sentimos tanta felicidad y agradecimiento», escribió en su cuenta de Twitter el pasado 10 de octubre tras su enlace en Dinamarca. «Es el primer país del mundo que reconoció el matrimonio homosexual, por ello nuestra idea de casarnos aquí es un homenaje», dijo Gifford el día de la emotiva ceremonia que hizo saltar las lágrimas, no solo a su familia sino a toda la audiencia.

El embajador Gifford presentó sus credenciales a la Reina Margarita II de Dinamarca el 13 de septiembre de 2013. Según explica en su biografía oficial, sus prioridades son mejorar el comercio a la vez que intentar paliar los efectos del cambio climático, hacer que el mundo sea un lugar más seguro e incrementar la cooperación con Dinamarca y Groenlandia en la región del Ártico. Graduado en la universidad de Brown en 1996, dejó Massachusetts para seguir una carrera en la industria del cine. Ayudó a producir algunas películas familiares como Dr. Dolittle y Garfield, hasta que, en 2004, entró en el mundo de la política. Trabajó con el presidente Obama en la campaña de 2008 y se convirtió en Director Financiero de las presidenciales de 2012, donde consiguió más de mil millones de dólares en donaciones. Corredor, ciclista, navegante, a Gifford le gusta disfrutar de la vida al aire libre con su pareja el veterinario Dr. Stephen DeVincent y su perro Argos. Cuando acabe su misión en Copenhague en menos de un año, parece seguro que los daneses echarán de menos al embajador más carismático del país.

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