Alfonso Diez en la fiesta de Porcelanosa de Nueva York
Alfonso Diez en la fiesta de Porcelanosa de Nueva York - EFE

Alfonso Diez disfrutará de su jubilación a partir del próximo mes

El duque viudo recibirá 2.000 euros de la Fundación Casa de Alba y 1.800 euros de pensión

MADRID Actualizado: Guardar
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Han transcurrido once meses desde que Cayetana de Alba exhalase por última vez. «No sé si he sabido decirte lo que te he querido, te quiero y te querré», rezaba la corona de rosas rojas que el viudo de la duquesa, Alfonso Diez, depositó en la capilla ardiente de la Casa de las Dueñas.

Desde entonces, el duque viudo ha residido la mayor parte del tiempo en el pequeño apartamento que tiene en propiedad en la madrileña calle Rafael Calvo. Un piso repleto de antigüedades y pongos que solo tiene un pequeño salón-comedor, baño, cocina y un dormitorio.

Todas las mañanas acude temprano al gimnasio, la mayoría de veces acompañado por su hermano Pedro Diez. Después almuerzan juntos con su hermana Begoña.

Gracias a Pedro -que era muy amigo de de Jesús Aguirre, el segundo marido de la duquesa- , Alfonso conoció a Cayetana hace 30 años. Además, durante estos meses el duque viudo ha seguido cultivando su afición por el cine y se le ha visto con asiduidad en las sesiones de los Renoir de la famosa calle Martín de los Heros. Casi siempre los domingos por la tarde.

El primer verano sin su esposa, Diez se refugió en Palencia rodeado por sus hermanos y su sobrina preferida, Rocío, que está casada con el jinete y gran amigo de Elena de Borbón, Felipe Zuleta. A finales del mes de agosto, viajó a Venecia con tres matrimonios que se han convertido en su mayor apoyo durante este último año. A la vuelta, Diez tomó su primer contacto con la casa de Sanlúcar de Barrameda -una residencia que compró siguiendo el consejo de su mujer-, con el dinero de una indemnización que le pagó Telecinco. Allí estuvo con Tere Álvarez Pickman y su marido Diego Miranda, que eran grandes amigos de la duquesa. Tal y como informó Beatriz Cortázar.

Futuro económico

El próximo mes de noviembre el duque viudo cumplirá 65 años y empezará a planificar su jubilación. Hasta entonces disfrutará, como hasta ahora, de una excedencia en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, que pidió cuando se casó con Cayetana en octubre de 2011.

Con la jubilación, Diez podría recibir en torno a 1.800 euros de pensión. Una cifra que no es del todo cuantificable si se desconocen los años que ha cotizado. Por otro lado, el duque viudo recibirá 2.000 euros de la Fundación Casa de Alba, según el acuerdo que firmó ante notario antes de contraer matrimonio con la duquesa, donde renunciaba a «cualquier título, derecho y honores» de su futura mujer. De esta forma, Diez nunca podría reclamar la fortuna de su mujer cuando ella faltase.

Solo falta conocer las últimas voluntades de la duquesa de Alba, de donde a Alfonso le corresponderá, como mínimo, el tercio de mejora. En principio, los hijos de su mujer tendrían que haberse reunido con él este mes, pero ese encuentro no se ha producido. Según Carlos Fitz-James Stuart, el nuevo duque de Alba, ha intentado quedar en reiteradas ocasiones con Diez, pero al final nunca se han puesto de acuerdo.

De cualquier forma, el duque viudo será un jubilado más el próximo mes. Teniendo en cuenta su comportamiento durante los últimos meses, desde que falleció Cayetana de Alba, lo más probable es que siga llevando el mismo tipo de vida. Mostrará un perfil bajo frente a la prensa y paparazis, no acudirá a demasiadas fiestas ni photocalls y seguirá cultivando amistades de antes y después de la llegada de su mujer.

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