Un taxista ayuda a cargar las maletas a unos clientes, ayer, en el aeropuerto de Barajas.
Un taxista ayuda a cargar las maletas a unos clientes, ayer, en el aeropuerto de Barajas. - MAYA BALANYA

Revuelo por las nuevas tarifas de Uber: «Quieren arruinar a los taxistas»

Los taxistas rechazan la bajada de precio a 15 euros de la compañía VTC para los traslados al aeropuerto

MADRID Actualizado: Guardar
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El anuncio de la empresa de arrendamiento de vehículos con conductor (VTC) Uber de rebajar la tarifa del traslado de pasajeros al aeropuerto deBarajas hasta los 15 euros durante los meses de julio y agosto no ha sido bien recibido por el colectivo de los taxistas, que ve muy escasas las regulaciones tomadas desde las Administraciones en relación a este sector.

«Lo que no puede ser es que no estén reglamentados, esto hace que fijen los precios como quieren mientras nosotros estamos ahogados por las limitaciones», asegura un taxista en la cola del aeropuerto en referencia a Uber. Esta mentalidad es compartida por muchos de sus compañeros de profesión como Manuel Sotelo, que sostiene que «es necesario regularlos para jugar con las mismas cartas» y se centra en el terreno administrativo ya que «están haciéndose con el mercado gracias a su situación ventajosa y mediante tácticas ilegales».

Este taxista rechaza la posibilidad de que haya una huelga total debido a que esto «jugaría a su favor» pero deja abierta la posibilidad a flexibilizar sus tarifas a través de descuentos.

La falta de exigencias desde el Ayuntamiento para operar con Uber hace que, según taxistas como Francisco Romero, no sea necesario que estos cuenten con muchos requisitos imprescindibles y obligados para los taxistas como puede ser el certificado de penales del conductor, lo que hace que en la empresa «acaben trabajando exconvictos» que, en muchas ocasiones «timan a sus clientes con precios elevados». Romero también carga contra las «tarifas dinámicas marcadas por la ley de la oferta y la demanda» calificándolas de «injusticia» y sostiene la necesidad de que los clientes «conozcan las tarifas que deben pagar» por su traslado.

«Infringe la ley»

La Federación Española del Taxi (Fedetaxi) también presentó su disconformidad con la promoción de la empresa de arrendamiento de vehículos asegurando que esta medida «infringe la legislación». La Federación asegura que el único objetivo de este colectivo es «romper el mercado y arruinar a los taxistas» y que, con ese precio del traslado, «no se cubren los costes del vehículo y la mano de obra».

La nueva tarifa de Uber es la mitad de lo que vale en estos momentos la tarifa fija de los taxistas para trasladarse desde el interior de la M-30, lo que supone un importante ahorro para algunos de los pasajeros que deciden realizar este trayecto con la empresa en cuestión. Agustín Espinosa, usuario de compañías de transporte de viajeros similares a Uber, afirma que el choque entre ambos colectivos es beneficioso para los consumidores y mantiene la esperanza de que esta competencia «suponga un cambio que haga que los precios de los taxis bajen» y permita de esta manera «acabar con el monopolio que sustentan». Por otro lado, «la mayor disponibilidad, la seguridad y comodidad que suponen los taxis», hace que sean la opción preferida de consumidores como Pablo Plaza, que siempre opta por estos medios para trasladarse al aeropuerto.

Esta bajada supone un nuevo capítulo del conflicto entre los taxistas y las plataforma de transportes de viajeros después de que los primeros organizasen a finales de mayo una huelga en todo el territorio nacional para protestar contra lo que ellos calificaron como una «creciente competencia desleal» por parte de estos.

Según los taxistas, esta protesta fue aprovechada por Uber para inflar sus precios fijando sus precios muy por encima de lo establecido aprovechándose de la escasez de taxis debido a la celebración de la huelga. Otro de los motivos de sus protestas se encuentra en el aumento de las concesiones de VTC por parte del Ayuntamiento, lo que taxistas como Manuel Sotelo califican como «inviable» al creer que su número «ha crecido en exceso saltándose las normas y ya hay uno de estos vehículos por cada siete taxis».

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