Tribunales

Piden 29 años para un presunto violador que «acompañaba» a sus víctimas tras el ataque

«Te voy a matar», le dijo a una mujer que se resistió. La amenazó con una botella rota y le robó el tabaco y 500 euros

M. J. Álvarez

Fue condenado en 2011 a seis años de cárcel por violación. Se llama Anghel y esta semana volverá a sentarse en el banquillo desde el miércoles en la Audiencia Provincial, acusado de dos violaciones y de una agresión sexual porque la víctima logró zafarse de sus garras. El Ministerio Fiscal pide una pena de 29 años de cárcel por tres delitos de agresión sexual, otros tantos de lesiones y uno de robo con violencia e intimidación. Las tres a mujeres sufren secuelas físicas y psíquicas por los ataques, mientras que el procesado está en prisión desd el 24 de enero de 2017

La primera de las agresiones que se le atribuyen ocurrió el 13 de abril de 2015 cuando sobre las 17 horas el acusado se abalanzó sobre Tania con ánimo libidinoso y la arrastró por la fuerza a una zona con vegetación, algo apartado, donde con suma agresividad y violencia verbal y física la agredió sexualmente y la amenazó de muerte. Ante la resistencia de la joven, que demostró gran «coraje», no pudo lograr su objetivo. Forcejearon un tiempo durante el cual pasaron varias personas lo que le hizo desistir y huir del lugar.

«Empezó a sentir miedo y le dijo que estaba cansada, que se iba a marchar. Él la golpeó, le arrancó la ropa, la tiró del pelo con fuerza y abusó de ella»

Según considera probado el fiscal, el día de Nochebuena de 2016 Anghel abordó a Susana, su segunda víctima, y la persuadió para que le acompañara a su casa. Eran las 13 horas. Ella asintió, pero al llegar, empezó a sentir miedo ante la «extraña situación», por lo que le dijo que se iba a marchar. «Estoy cansada», le dijo al procesado como excusa. S usana sabía que algo no iba bien . Por respuesta, el agresor rompió una botella de cerveza, y la esgrimió como un arma, al grito de: «¡Te voy a matar!». Después, la golpeó reiteradamente y le arrancó la ropa y la agarró con fuerza del pelo. «Con el pleno conocimiento de que actuaba contra la voluntad de la mujer» la violó . No contento con ello, a continuación, el acusado le robó el tabaco, los 500 euros que llevaba en el bolso, la acompañó a la calle y la abandonó.

El último episodió ocurrió poco después, el 3 de enero de 2017, cuando Anghel entabló a las 19 horas una conversación en un supermercado con María, la tercera de las víctimas, con quien quedó para tomar un café al día siguiente. Se citaron a las 16 horas, pero en lugar de ir a un bar, «agarró del brazo a la mujer y la obligó a ir hasta su domicilio », lugar en el que el acusado le dijo que se iba «a acostar con ella quisiera o no», mientras le exhibía un cuchillo y le amenazaba de muerte si se oponía.

Tras consumar la violación, Anghel «acompañó» a María a la calle «mientras le agarraba fuertemente hasta que, en un descuido, ella «pudo zafarse y escapar».

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