La rotonda de acceso a la M-40, convertida en una ratonera de vehículos
La rotonda de acceso a la M-40, convertida en una ratonera de vehículos - ABC

Colapso e indignación en el primer día de obras en los accesos del Wanda Metropolitano

La recomendación efectuada ayer por el Ayuntamiento instando a los conductores a evitar la circulación por Arcentales no pareció ser suficiente

MADRID Actualizado: Guardar
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El primer día de obras en los accesos al nuevo estadio Wanda Metropolitano provocó grandes retenciones entre las 8:30 y las 10 horas. La recomendación del Ayuntamiento de Madrid instando a los conductores a evitar la circulación por la avenida de Arcentales hasta el 30 de septiembre no pareció ser suficiente. Numerosos vehículos se vieron atrapados en una ratonera que se prolongó desde la plaza de Grecia hasta el acceso a la M-40.

«El atasco nunca llega hasta aquí. Lo normal es que haya en la rotonda de la M-40, pero no lo de hoy», explicaba un hombre desde su ventanilla, a la altura de la Unidad Integral de Distrito San Blas-Canillejas. La remodelación de los accesos afectó principalmente al sentido plaza de Grecia-carretera de San Blas a Coslada de la avenida de Arcentales, donde los dos carriles habituales quedaron reducidos a uno.

Además, pasado el Wanda Metropolitano, el tráfico fue desviado por la calle paralela de Estocolmo, desde la cual se habilitó una salida a la rotonda de la M-40.

El trayecto, de apenas un kilómetro, estuvo marcado por el ruido de los claxon y el nerviosismo. «Es un desastre», advertía otro turismo sin salir de su asombro. «Ni nos han avisado, tengo que ir a trabajar y aquí estoy parado», proseguía.

Retenciones en la plaza de Grecia, a primera hora de la mañana
Retenciones en la plaza de Grecia, a primera hora de la mañana - ABC

Pese a que el equipo que dirige Manuel Carmena aconsejó ayer dos rutas alternativas (desde la avenida Arcentales, por calle Fuente Carrantona, avenida Doctor García Tapia hasta la M-40, para los vehículos que se dirijan a la M-40 dirección sur; y desde la avenida Arcentales, por avenida de Canillejas a Vicalvaro, calle Alcalá, A-2, para los que circulen hacia la zona norte), el colapso fue más que palpable. «Es un desastre, llevamos meses pidiendo que empezaran las obras y ahora lo quieren hacer todo deprisa y corriendo», advertía un vecino.

En el sentido contrario (carretera de San Blas a Coslada-plaza de Grecia) el número de carriles no se vió alterado, motivo por el cual el tráfico transcurrió bastante más fluido. «Antes, los camiones de obra entraban casi a la altura de la M-40, pero hoy están accediendo por la plaza de Grecia», señalaba un transeúnte, quien hallaba la explicación al cambio comentado: «Si tienen que subir por el carril atascado, pueden estar retenidos todo el día». Alrededor de las 10, pasada la hora punta de la mañana, la circulación recobró la normalidad.

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