Carmena sentencia al CN Moscardó: no subrogará a sus 37 trabajadores

Los 37 empleados del histórico Club de Natación Madrid Moscardó se quedarán en la calle una vez que el Ayuntamiento se haga con la gestión municipal de la piscina que en las últimas décadas ha gestionado la entidad o esta desaparezca; lo que llegue primero. Esta es la consecuencia de que ayer la Gerencia del Consistorio —es decir, Cibeles— rechazara el plan propuesto por la Junta de Distrito de Usera, encabezada por Rommy Arce, que apostaba por subrogar los contratos de los 37 trabajadores que actualmente prestan sus servicios al club.

«No se van a subrogar los contratos de la plantilla», confirmó a ABC Rubén Ferreiro, delegado sindical de UGT y trabajador en el centro deportivo, que hace unos días, como el resto de sus compañeros, prácticamente daba por hecho que Manuela Carmena no les dejaría en la estacada y el Ayuntamiento contaría con ellos una vez que asumiera la gestión de la piscina: «Ha sido un palo muy duro».

Ferreiro no se explica cómo la situación ha podido virar a estos términos y recuerda que varios concejales -empezando por Arce- les habían asegurado que la subrogación era perfectamente viable: «Sánchez Mato nos dijo que no era un problema económico, pero el Ayuntamiento te pone el caramelito y luego te da la colleja».

L a situación de este club de Usera, del que han salido desde medallistas olímpicas comenzó a complicarse hace unos meses con las obras en la cubierta de su piscina, lo que forzó a la entidad a derivar a sus deportistas y usuarios a otros centros deportivos, además de cortar en seco su principal vía de ingresos. Estas obras de rehabilitación, obligadas por el Ayuntamiento, se sumaron a que desde 1998, el Moscardó ocupa de forma irregular dicha instalación, de carácter municipal, aunque se hiciera cargo de los cursos públicos de natación.

Más de 6.000 firmas contra el cierre

Hace unas semanas, miembros y simpatizantes del «Mosca», como popularmente se conoce al club, registraron más de 5.600 firmas —ahora ya llevan más de 6.000— en el Ayuntamiento para llamar la atención de los dirigentes y evitar una panorama como el actual. «Que vean que es un tema que importa a la gente», manifestó Javier García, director del centro deportivo, que desde el primer momento ha señalado que la entidad únicamente podría aguantar hasta finales de febrero, momento en el que finaliza el ERTE que afecta a la plantilla.

«Para nosotros los seis meses de espera hasta que el Ayuntamiento coja la piscina significan la desaparición», aclaró el director del Moscardó; un club que a tenor de la resolución de Gerencia y salvó un cambio urgente y de última hora, tiene los días contados, igual que los contratos de sus empleados. Los trabajadores ya han avisado de que realizarán alguna acción de presión en las próximas semanas para intentar evitar este desenlace.