El Ayuntamiento confirma que levantará todas las terrazas de la Plaza Mayor y las de dos accesos

El gobierno municipal informa de que, con motivo de los conciertos por San Isidro, se ha ordenado quitar todas las terrazas de la plaza. El aforo máximo será para 10.000 personas

MADRID Actualizado: Guardar
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El miércoles, el concejal de Centro, Jorge García Castaño, comunicó por carta a todos los hosteleros de la Plaza Mayor, al igual que hizo hace dos semanas con los de la plaza del Dos de Mayo, que tendrán que retirar sus terrazas desde este viernes y hasta el lunes. El motivo, las actuaciones que se sucederán con motivo de las fiestas de San Isidro en el interior de este espacio declarado Bien de Interés Cultural en 1985.

La portavoz municipal, Rita Maestre, confirmó ayer en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno esta actuación adelantada por ABC, e incluyó dos calles más donde el sábado y el lunes los restauradores no podrán colocar sus sillas y mesas: Gerona y Botoneras.

«Por motivos de seguridad», justificó Maestre, tienen que ser «vías ágiles». Estas calles serán las únicas que darán acceso y salida a la Plaza Mayor cuando se celebren los dos grandes eventos de este fin de semana: el Primavera Pop, organizado por los 40 Principales, que comenzará a las 20 horas el sábado, y Manu Chao, quien cerrará el cartel el lunes a las 22 horas.

El gobierno municipal prevé gran afluencia de gente y por esa razón se limitará el aforo a 10.000 personas. Para ello se pondrá en marcha un dispositivo de seguridad coordinado entre Policía Municipal y Policía Nacional similar al que se estableció con las últimas campanadas de Nochevieja y las preuvas, cuando se estableció en 25.000 personas el límite de acceso.

El botellón

Al mítico restaurante Los Galayos esta restricción le pilla por partida doble, tanto en la plaza como por Botoneras. «Más allá de que haya que retirar las terrazas, me sorprende que sean estas dos calles los únicos accesos, ya que son las más estrechas y pueden volverse una ratonera. Estaría bien que nos hubieran comentado algo de esto», sostenía José Antoni Aparicio, presidente de los Hosteleros de la Plaza Mayor. No fue tajante el Ayuntamiento sobre el consumo libre de alcohol en el interior del recinto. Maestre dijo que el botellón no se permitiría «en la medida de lo posible, lo que no implica que pueda suceder». Aseguró que se vigilará que no se entre «con botellas o con cualquier artículo que pueda ser peligroso».

A la Asociación de Vecinos de la Plaza Mayor (Aveplama) no le gusta el giro que está tomando este enclave histórico y cultural, donde viven de forma permante alrededor de medio millar de vecinos, con estos festejos.

«Siempre hemos estado en contra de este tipo de actuaciones con megafonía en la plaza. Las piedras del adoquinado con la acústica alta combinan mal. No entiendo esto ahora aquí. Los conciertos que se han organizado otros años no congregaban a tanta gente, como las zarzuelas. Hay otros recintos más apropiados en Madrid», consideraba un portavoz de Aveplama. Esta agrupación ha luchado durante años por mejorar la calidad de vida de sus residentes con la problemática de la contaminación acústica. Desde el año 2003, la tendencia ha sido ir reduciendo los grandes eventos en la Plaza mayor. Preocupa a vecinos y hosteleros que esta práctica esté cambiando.

Fiestas de los «hooligans»

«El problema ya no es solo con la megafonía del concierto, sino los días previos con los ensayos. Además, en los últimos años se están incrementando los comportamientos menos cívicos de los «hooligans» que llegan de otras ciudades para ver a sus equipos. Empiezan bebiendo en las terrazas y terminan jugando al balón en la Plaza Mayor», precisaban. «Si encima el Ayuntamiento anima a que haya más fiesta, mal vamos», añadían desde Aveplama.

Tanto los residentes como los empresarios confían en que, de cara al año que viene, el concejal les escuche y sea «más democrático».

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