La Xunta aumenta el gasto social y socializa la recuperación económica

La Xunta ya cuenta con proyecto de presupuestos para el próximo año. El presidente, Alberto Núñez Feijóo, presidió ayer el Consello en el que se aprobaron, según él mismo las definió, las cuentas de «la recuperación económica. Las cifras se concretan en 8.804 millones de euros, con un incremento de 364,8 con respecto al diseño económico de 2015. El proyecto fue aprobado en una reunión extraordinaria del Ejecutivo, tras la cual el presidente calificó las cuentas de «realistas» y «responsables», y añadió que pretenden dar un giro hacia el «impulso social» y las políticas expansivas después de años de «un esfuerzo importante». Núñez Feijóo hizo hincapié en que es el «séptimo año consecutivo» en que Galicia presenta su presupuesto «en tiempo y forma», y reiteró que la «máxima aspiración» del Gobierno es que el «evidente camino de la recuperación económica» se note en todos los hogares gallegos.

En su intervención, el titular de la Xunta puso en valor que «hoy» su equipo puede «demostrar» que lo que hizo «durante estos años fue útil para Galicia, para no agravar la crisis» e incluso para «detenerla». Según dijo, la realidad es que «desde hace siete trimestres la economía gallega está creciendo y que son ya 23 meses con el paro interanual bajando», agregó. Precisamente los resultados le sirvieron para reivindicar el «rigor» y, tras años de presupuestos cayendo, resaltó como una «buena noticia en sí misma» la subida para 2016.

Núñez Feijóo, que hiló su intervención para reivindicar sobre los datos su política económica, interpretó que «la recuperación» se alcanza con «estabilidad», después de haber cumplido el objetivo de déficit y con la voluntad de seguir haciéndolo. El límite está fijado en el 0,7% para este año y en el 0,3% para el año 2016. La letra pequeña del proyecto corrió a cargo del conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, quien avanzó que la Comunidad bajará en 2016 por primera vez en los últimos años la ratio de deuda por PIB. Así, cifró el límite del endeudamiento en 2016 en 174 millones de euros, «menos de la mitad» que en 2015, y fijó en un 19% la bajada del gasto en intereses, con un ahorro de 65 millones en lo que la Comunidad pagará en intereses de la deuda. El conselleiro atribuyó estos ahorros a «decisiones muy fuertes, pero coherentes desde el principio», que determinaron también el acceso al fondo de facilidad financiera del Ministerio de Hacienda.

El dibujo del escenario macroeconómico que hace el departamento que dirige Valeriano Martínez para 2016 también supone elevar en una décima, hasta el 2,5%, su estimación acerca de lo que crecerá la economía gallega en 2016. Este crecimiento, matizó, será posible «con un constante ejercicio del control del déficit y de la deuda, blindando el gasto social y con el objetivo claro de reducir el desempleo en todos los sectores».

Además, las grandes cifras alcanzadas en sectores estratégicos de la economía también ayudan a consolidar las previsiones del Ejecutivo. En este sentido, señaló que «el avance de la demanda interna, un 2,7%, redunda en la formación bruta de capital; y el incremento de las exportaciones, un 4,5% respeto al 2015, configura un panorama esperanzador para la economía».

La finalidad del diseño del programa económico del Gobierno tiene como objetivo reducir el paro. Martínez reconoció que, aunque vamos por el camino correcto, queda todavía mucho por hacer y cifró en 18.000 el número de empleos a conseguir en 2016, lo que supondría una reducción en las listas del paro del 2,2%. En el capítulo de los gastos, cabe destacar el refuerzo de la inversión en torno al 14%. Especialmente llamativos son los 715 millones destinados a la formación para luchar contra el desempleo o los 392 millones de euros para garantizar la estabilizar del sistema universitario gallego.

No obstante, una de las medidas estrella de los presupuestos es la política fiscal. La reducción del tramo autonómico del IRPF situará a «Galicia, junto con la Comunidad de Madrid, entre los lugares de España con la fiscalidad más baja». El impuesto contará con siete tramos «para hacerlo más progresivo» y beneficiará al 98,5% de los declarantes gallegos, a los que supondrá un ahorro de entre 249 y 380 euros. En concreto, los declarantes que tengan como base 12.450 euros tendrán una nueva tarifa, fijada en 1.183 euros, de forma que la reducción del impuesto redundará en unos 249 euros de ahorro. Mientras, aquellos con una base en 17.707 euros pasarán a tener como tarifa los 1.800 euros, con lo que se ahorrarán 324. Los que mayor ahorro conseguirán, de 380 euros, son los declarantes con la base en 20.200.

Finalmente, el programa de impuestos cero en el rural supondrá que las arcas públicas ingresen en torno a unos 10 millones de euros menos, ya que ninguna transmisión de fincas en suelo rústico pagará impuesto de transmisiones, dejará de tributar la transmisión de explotaciones agrarias y tampoco pagarán el gravamen de actos jurídicos o documentados las agrupaciones de fincas rústicas. Aproximadamente, «140 millones de euros más a disposición de la ciudadanía».