Las víctimas de los miguelianos relatan su calvario ante el juez en «un estado delicado»

Casi un año y medio después de que el líder de la supuesta secta de Oia (Pontevedra) fuera detenido, las víctimas de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, conocida como los miguelianos y hoy ya desaparecida, comenzaron ayer a declarar como testigos ante el Juzgado de Instrucción Número 1 de Tui, que hace pocas semanas levantó el secreto de sumario.

Los primeros en relatar su calvario fueron los padres de una de las chicas que integraba el grupo liderado por Miguel Rosendo, encarcelado en prisión desde diciembre de 2014 acusado de delitos como supuestos abusos sexuales, asociación ilícita y contra la Hacienda pública, entre otros. La abogada de los perjudicados pidió para todos ellos intimidad, pues aunque inicialmente convocaron ruedas de prensa y expusieron su situación ante los medios de comunicación «desesperados por poder encontrar a sus hijas», hoy optan por la discreción al encontrarse «en un estado delicado».

La investigación «les ha afectado mucho», indicó la letrada Ana Reguera, según informa Efe. «Quieren que lo lleve el juzgado y no entrar en debates de televisión», solicitó a los medios de comunicación congregados a las puertas después de meses de silencio. De hecho, ninguno de los dos primeros en pasar por la sala quisieron responder a la prensa e incluso la mujer acudió con el rostro cubierto. «Quieren preservar su identidad y llevarlo de la manera más discreta posible, sobre todo de cara a los hijos. Tienen muchas cosas que hablar con ellos y temas muy personales e íntimos que no quieren que salgan a la luz».

Hasta catorce investigados

Su fin ahora es «reparar el daño moral de las víctimas» y que los posibles autores respondan por los delitos que pudieran haber cometido. En concreto, están siendo investigadas «entre once y catorce personas». Se desconoce la identidad de algunas, pero entre ellas están Rosendo, fundador de la asociación religiosa y único en la cárcel; Marta Paz, a quien se atribuye el papel de mano derecha del líder;tres parejas y un sacerdote.

Mientras, son 21 las personas citadas como testigos o perjudicadas. Los primeros en hacerlo estuvieron ante el instructor, por separado, alrededor de dos horas y hora y media, respectivamente. En opinión de la acusación, hay «pruebas suficientes» en la causa y entiende que «falta mucho para perfilar la imputación definitiva».