Primarias trampa en el PSdeG

La elección del cabeza de cartel para unas elecciones como las autonómicas resulta siempre una camino de obstáculos en todos los partidos, donde los requisitos condicionan en buena medida la concurrencia de candidatos a sus procesos internos. Ayer, sin ir más lejos, el PSdeG daba a conocer su reglamento de primarias, en unos comicios que más que una carrera de vallas pareciesen un sendero minado, no solo por las disputas internas a las que los presidenciables tendrán que hacer frente, sino también por los exigentes condicionantes numéricos.

Para entrar en liza en el cónclave socialista, los precandidatos necesitan para poder ser validados el apoyo de 1.010 militantes, un 10% del total de todos los afiliados en Galicia. Esta cifra implica que la agrupación más importante de la Comunidad, la de Vigo, con algo menos de mil militantes, estaría en el límite para aupar por sí misma a un solo candidato.

El órgano que sí tendría potestad para proponerlo, según el reglamento, sería el Comité Nacional, por mayoría de sus miembros. En el bando de enfrente, el PPdeG había apostado en esta última ronda de congresos provinciales por facilitar al máximo la competencia de diferentes aspirantes. Tanto es así que los requisitos no han sido modificados para el autonómico. Cualquier afiliado que hubiese querido plantar cara a Alberto Núñez Feijóo hubiese necesitado de la firma de otros 90 para avalar su precandidatura, menos del 0,1% de los 101.000 que forman las filas del partido.

Una vez presentadas, en la formación se contempla una ronda por las diferentes agrupaciones para exponer cada proyecto y se abre un proceso de elección de delegados entre la militancia por cada agrupación local. En este sentido, en alguna ocasión el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, comparó los métodos de los conservadores con el de las primarias estadounidenses. «Igual que en las elecciones los votantes eligen diputados y son ellos los que eligen presidente, nuestros militantes eligen delegados y son ellos los que votan al presidente del partido», explican otras fuentes populares. En esta fase, para que el precandidato acabase formalizando su candidatura y llegase al cónclave con posibilidad de defender su proyecto tendría que acreditar que cuenta con 400 delegados de un total de 2.000 de toda Galicia.

Por su parte, en el BNG, para estas autonómicas se estipuló una suma de 50 firmas para ser proclamado candidato a las primarias, con un censo total de poco menos de 7.000 militantes.