Un peregrino discurre entre la naturaleza en una de las etapas del Camino de Santiago
Un peregrino discurre entre la naturaleza en una de las etapas del Camino de Santiago - MIGUEL MUÑIZ

Peregrinos con menos humos

Cinco albergues prueban que luchar contra el cambio climático es posible también desde el Camino de Santiago

Santiago Actualizado: Guardar
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El Camino de Santiago sirve para casi todo, también para combatir el cambio climático. Así lo prueba un proyecto desarrollado a lo largo de cuatro años por cinco albergues de donativo —donde se guarda la esencia de la ruta— y cuyos resultados se conocen ahora. Son cinco refugios muy distintos tanto por su antigüedad y los materiales con los que fueron levantados como por su ubicación, con climas y alturas muy variables: desde el monasterio lucense de Samos, fundado en el siglo VI, hasta el hospedaje navarro de Zabaldika, inaugurado en 2013. En todos ellos se ha demostrado que pequeños gestos diarios y cambios sencillos contribuyen a reducir las emisiones de CO2 y a ahorrar agua o energía. En la propuesta, liderada por la Fundación San Valero y con la colaboración incluso del Ministerio de Medio Ambiente de Austria, se ha implicado la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago

, reunida durante este fin de semana en la capital gallega en un simposio.

Sus hospitaleros, los voluntarios que atienden los albergues donde solo se paga la voluntad, han sido los encargados de concienciar a los peregrinos sobre la importancia de contribuir a hacer de su periplo un itinerario sostenible. Lo han hecho, además de en Samos y Zabaldika, en Arrés (Huesca), Nájera (La Rioja) y Ponferrada (León). De manera conjunta, han disminuido en un 22,6% las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. En concreto, la bajada es de 126 toneladas, cifra modesta si la comparamos con una fábrica, pero «simbólica y ejemplificadora» como subraya Julián Lago, de la empresa Europa Innovación y Desarrollo, responsable técnica del estudio al haber asumido las mediciones y el control de este proceso.

El gasto de energía, en aspectos cotidianos como las cocinas, lavadoras o los calentadores de los albergues, se ha reducido casi un 24,8% y el de agua un 20,5%. Las estimaciones de los responsables de «Life Stars + 20», —proyecto con un presupuesto de 1,7 millones de los que la Unión Europea financia algo menos de la mitad— hablan de un ahorro de 14.341 litros de gasóleo.

El mensaje en la mochila

Un hotel austriaco ha servido para contrastar los datos en un periodo en el que se han puesto en marcha 162 medidas de eficiencia y 834 elementos para mejorarla. A futuro, se han advertido 83 más. Lago destaca, asimismo, que cada peregrino que ha dormido en este tiempo en alguno de los cinco albergues, más de 200.000, «se lleva el mensaje en su mochila. Si lo hacen después en sus casas... ¡lo que puede llegar a representar!». Con la encíclica «Laudato si» del Papa Francisco en la boca y las manos de varios de los asistentes al simposio, el Camino de Santiago vuelve a inspirar a Europa. Desde administraciones como la Xunta, conscientes del notable incremento numérico que la peregrinación vive, toman nota para lograr, afirman, «un Camino limpio y en buen estado de mantenimiento, con una gestión integral de residuos».

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