La pasarela gallega, de la arruga más bella a la moda de «Juego de Tronos»

Con Inditex a la cabeza, el sector textil gallego emplea a día de hoy a 13.000 personas y representa el 6,5 por ciento de la riqueza de la Comunidad. En el conjunto autonómico, más de 300 empresas viven en la actualidad de vestir a una población cuya silueta ha ido variando a lo largo de la historia, siempre en función de las modas del momento. Desde las vestimentas medievales —caracterizadas por la rudeza de sus tejidos y la querencia por las capas— hasta los omnipresentes vaqueros discurre un largo camino que los amantes de la moda podrán desandar en el Museo de la Ciudad de la Cultura. Porque adentrarse en la muestra «Con-fío en Galicia» es algo así como revisitar la historia de la Comunidad a través de sus ropajes.

Una aguja pulida en hueso durante el Paleolítico y hallada en la lucense Cova de Eirós marca el punto de partida de esta exposición, que nos recuerda que allá por el siglo XVI los gallegos portaban capa y sombrero de ala y las damas se cubrían con vestidos cuyo largo rozaba el suelo. Siempre de la mano del diseño, la relación de Galicia con la moda se remonta más atrás en el tiempo de lo que la memoria colectiva permite retener. Esta muestra —coordinada por la Consellería de Cultura y cuya entrada es gratuita— también rememora que ya en los años setenta una fábrica de camisas de Redondela saltó a la fama por la publicidad que le concedió el pintor Salvador Dalí. El genio de Figueres firmó un contrato de 125.000 pesetas con la fábrica de Regojo, que además implicaba que cobraría una peseta más por camisa vendida.

La década dorada de la moda

El salto de los 70 a los 80 tiene nombre propio y también un eslogan inolvidable. Aquello de «la arruga es bella» que acuñó el modisto Adolfo Domínguez al principio de la década. Son los años en los que los diseños de este orensano dieron la vuelta al mundo gracias a los personajes de la serie de televisión «Miami Vice». Fue, según muchos expertos afirman, la década dorada de la moda, un renacimiento de la industrial textil gallega con una nueva identidad marcada por el diseño. Los modelos que Don Johnson lucía en «Corrupción en Miami» abrieron el camino a otras marcas que a día de hoy mantienen su actividad, caso de Antonio Pernas, Pili Carrera o Kina Fernández. Es en ese momento en el que nace «Galicia Moda», un movimiento que agrupaba a varias empresas del sector (incluido Florentino y Caramelo) y que fue capaz de crear una imagen de marca con nombre propio.

Los ochenta supusieron también el nacimiento del gigante textil Inditex y sentaron, como explica el comisario de la exposición, «las bases de otras grandes empresas destacadas como Texti Lonia o Purificación García», que compartirían protagonismo años más tarde con marcas actuales como Bimba & Lola, Viriato o Alba Conde. Algunos de los diseños de estas nuevas firmas que han logrado hacerse un hueco en las calles más exclusivas del mundo se pueden ver en la muestra que el Gaiás acogerá hasta el próximo mes de septiembre. Siempre a la vanguardia, estos jóvenes diseñadores representan en la actualidad un reclamo para una industria que no deja de medrar.

Las camisas de Sonny Crocket encontraron sustituto en los diseños que Sara Jessica Parker paseó por las calles de Nueva York y que firmó el gallego José Castro. Lady Gaga tampoco se resistió a la particular mirada de Galicia y se abonó a los vestidos de Eva Soto. También apostaron por la aguja gallega los acreadores de la serie «Juego de Tronos», que pusieron en manos de la firma Pinaki Studios la confección de su histórico vestuario. Otras marcas punteras como D-Due, Latitude o Canalla cierran una exposición que mira hacia el futuro. Sus modelos ponen un punto y seguido en el que la calidad y el saber hacer son compañeros de viaje. El desfile no acaba.