El Parlamento pone en marcha una renta para víctimas de malos tratos

El Parlamento gallego volvió a gestar ayer un amplio consenso en torno a un tema sensible, como es la problemática de la violencia de género. La Cámara aprobó por unanimidad una propuesta del BNG para modificar la ley que regula la prevención de esta lacra social para introducir la posibilidad de que las víctimas reciban una ayuda económica permanente, en vez de una periódica. Además, se incluyó en esta categoría a aquellas mujeres que hayan sufrido en sus carnes la trata de personas.

La encargada de defender esta proposición fue la diputada nacionalista Carme Adán, que recordó en su intervención la «violencia invisible e invisibilizada» que sufren algunas mujeres, para instar a todos los grupos a que no aborden la cuestión como un «problema individual», sino como «un problema social que debe ser superado».

Para ejemplificar el «muchísimo camino» que queda por recorrer, Adán esgrimió una encuesta según la cual el 10% de las mujeres residentes en España confiesa haber sufrido violencia física, un 25% violencia psicológica, un 8% de tipo sexual o un 10% violencia económica, al no habérsele dejado disponer de su propio dinero.

En un sentido similar, las diferentes portavoces de la oposición se fueron alineando del lado de Adán en sus respectivos turnos de posicionamiento. Aunque concedió que «ha habido algún avance en la materia», la parlamentaria de AGE, Eva Solla, tachó de «fracaso» de la Administración la atención que reciben estas mujeres tanto desde el ámbito social como desde el sanitario, y reprochó que «si se detecta que no se puede cobrar esta ayuda todo el año por qué no se hace nada».

Apoyo del PP

Pese a que la portavoz del PP en esta cuestión, Rosa Oubiña, mostró en un primer momento un tono profundamente crítico con la propuesta del BNG por ser «igual a una debatida hace un año, en la que solo cambia la expresión ‘violencia machista’ por ‘feminicidio’, un término también tratado en el Parlamento», los conservadores terminaron apoyando la propuesta. La mano tendida de Adán a modificar la propuesta para alcanzar un consenso lo más amplio posible provocó el voto favorable popular. «Todo lo que sea caminar hacia un modelo que se parezca al de la Risga y que incluya a las víctimas de trata es aceptable», argumentó la nacionalista, después de que Oubiña subrayase que «no vamos a privar a las víctimas de ayudas que las favorezcan, pero tampoco podemos impulsar medidas mal formuladas».