Detienen al cliente de un bar donde aparece acuchillada una camarera

Eran las 7.30 horas de la mañana cuando la propietaria del Café Bonkey, en el barrio de Tejeras en Ferrol, alertada por los visibles restos de sangre, tanto en la entrada del local como en la puerta, avisaba a la Policía. Al llegar, los agentes se encontraron en el interior del bar a Marta S. V., de 43 años y vecina del barrio de Caranza, tumbada en el suelo y con evidentes signos de violencia. La mujer había fallecido por apuñalamiento.

Aunque se mantienen abiertas todas las hipótesis respecto a este «violento crimen», según señaló el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, el caso cuenta ya con un detenido. El sospechoso, un hombre de 31 años de nacionalidad española, era cliente del bar donde se localizó a la camarera apuñalada, al que acudía a diario al cerrar el establecimiento que regenta en la misma zona.

El arresto se produjo después de que los agentes tuvieran acceso a una conversación de la fallecida, mediante el sistema de mensajería móvil «Whatsapp», en la que trasladaba y criticaba la actitud del ahora detenido en el interior del local. El cadáver, según las primeras informaciones, presentaba múltiples cuchilladas y claros signos de violencia, y dado que la última vez que Marta S. V. se conectó al móvil fue a las 5 de la mañana —según el testimonio de una de las compañeras del bar que se encuentra de baja—, todo parece indicar que el crimen tuvo lugar entrada la madrugada.

Cámaras apagadas

Los vecinos del edificio del bajo en el que se encuentra el negocio relataron que escucharon gritos de socorro de madrugada, algo que no podrán esclarecer las cámaras de seguridad debido a que desde hacía tiempo no estaban ya en funcionamiento.

La mujer había quedado encargada el domingo del cierre y era la única trabajadora que se encontraba en ese momento en el establecimiento donde fue hallado su cadáver. Divorciada y con un hijo de 13 años, éste pasó la noche en casa de un familiar. Aunque la fallecida vivía actualmente en Caranza, residió en otro barrio de Ferrol donde aún siguen sus padres.

Al cargo del caso, el Juzgado de Instrucción número dos de Ferrol, en funciones de guardia, autorizó el levantamiento del cadáver a las 10.30 horas de ayer lunes para ser trasladado al Hospital Naval, donde le fue practicada la autopsia el pasado mediodía. Durante la inspección ocular del local no se encontró la recaudación de la caja, aunque sí todos los objetos personales que la víctima guardaba en su bolso. Sus restos mortales fueron llevados al tanatorio Artabría, en el Polígono de A Gándara, en donde quedó instalada una capilla ardiente.

El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, lamentó este suceso, del que no hay datos que hagan pensar que se trate de un caso de violencia de género, y emplazó a dejar actuar a la Policía y al juzgado para conocer las causas que se esconden tras este terrible suceso.