Mar vigila que las cenizas de los fuegos no lleguen a las rías

Las fuertes lluvias de Ana han comenzado a erosionar el suelo quemado tras la ola de incendios de octubre . Técnicos de la Consellería do Mar iniciaron ayer las labores para evaluar posibles afecciones en los bancos marisqueros como consecuencia del temporal, que ha producido corrimientos de tierra y el arrastre de las cenizas generadas en los montes quemados.

Personal de la Dirección Xeral de Desenvolvemento Pesqueiro y de las cofradías acudieron a Baiona y A Guarda para evaluar la situación; el Servizo de Gardacostas revisa las zonas de Arcade y Baiona, donde ya se ha detectado «agua turbia y restos de ramas»; y técnicos están inspeccionando las desembocaduras de los ríos Miñor y Verdugo. El patrón mayor de Redondela, Clemente Bastos, explicó ayer a ABC que por el momento la ceniza no ha llegado al fondo de la ría viguesa. Pero la preocupación es grande ante el estado en el que se encuentran los montes. «No es una broma, estamos en plena campaña de Navidad, cualquier momento es malo, pero ahora más», indicó.

La erosión de los terrenos quemados y las cenizas acumuladas en los montes pueden empezar ya a provocar problemas también en las localidades del interior afectadas por los incendios. En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Cervantes (Lugo), Benigno Gómez, indicó que en este municipio se están produciendo deslizamientos de grandes piedras y desprendimientos de tierra .

En Carballeda de Avia (Orense), también se han detectado episodios de fuertes corrientes de agua bajando por las laderas de los montes. El regidor de As Neves (Pontevedra), Xosé Manuel Rodríguez Méndez, señaló , además, que la debilidad de las tierra está provocando una mayor caída de árboles a consecuencia de los fuertes vientos, en uno de los términos municipales más dañados por el fuego en octubre.