Obras del AVE a su paso por Orense
Obras del AVE a su paso por Orense - EFE

AVE a Galicia: Fomento contempla un posible retraso hasta el año 2021

Las limitaciones en el presupuestos y las consecuencias de la política en barbecho durante casi un año las está pagando el ritmo de las obras

Santiago Actualizado: Guardar
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El año 2018 había sido bautizado en la pila de las promesas políticas como «el de la llegada del AVE a Galicia». La fecha de entrada de la Alta Velocidad había sufrido ya tantas prórrogas que era difícil creer que ésta, no por repetida, iba a ser la definitiva. Las últimas palabras del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sobre la infraestructura hacen que el 2018 se vaya degradando, más y más, haca la categoría de año cualquiera, de transición entre lo que no llega y está por venir.

Las limitaciones en el presupuestos y las consecuencias de la política en barbecho durante casi un año las está pagando el ritmo de las obras, que en este momento actúan sobre uno de los tramos más complejos del recorrido que conectará el noroeste con la Meseta.

El ministro señaló, en una entrevista concedida a TVE, que el AVE si iría a «2020 o 2021» en caso de mantener la previsión de realizar la variante exterior de entrada a Orense. El titular de Fomento invitó a hacer «una reflexión» sobre la conveniencia de acometer una inversión llamada a transformar la ciudad de As Burgas. Para de la Serna es interesante plantearse si «por cuatro minutos de viaje vale la pena invertir 600 millones de euros o es mejor emplear esa inversión en otro fin». «El debate se ha centrado mucho en cuánto se va invertir y menos en términos de tiempos de viaje», afirmó. El alcalde, no obstante, se mostró en las antípodas respecto a esa perspectiva: «Dejar a Orense sin la variante exterior podría suponer para la ciudad que se quedase con un trazado de la vergüenza, al estilo, posiblemente, de la entrada de la autovía en Vigo, del que no vamos a ser cómplices». De prosperar estos planes, «no contará con el apoyo del equipo de gobierno», apostilló.

La enjundia de los accidentes geográficos revela la proeza de las obras. Solo entre Lubián y Orense, están proyectados quince túneles, algunos con una longitud superior a los ocho kilómetros. Pero, además de las barreras naturales del AVE a Galicia, el trazado se ha encontrado con las críticas de algunas fuerzas políticas, como Ciudadanos o el nacionalismo catalán, que han cuestionado la viabilidad y la necesidad de extender la versión más moderna de la red ferroviaria española hasta pasada la Canda y el Padornelo. Todo galvanizó en la sensación de que la Alta Velocidad y Galicia era una relación condenada a la provisionalidad. La política de infraestructuras y la relación con el Estado en esta materia se está mostrando como uno de los desafíos más importantes del tercer mandato de Feijóo, a quien de la Serna le prometió una fecha definitiva de llegada a principios de 2017. El traspaso de la AP-9 a la autonomía, abordado en la última reunión que ambos mantuvieron en Santiago, es otro capítulo que la Xunta va administrando entre críticas de los grupos de oposición, ahora con el compromiso de crear una comisión bilateral.

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