Antonio Dieter Moure, ayer durante la celebración de la asamblea general de la CEG en Santiago
Antonio Dieter Moure, ayer durante la celebración de la asamblea general de la CEG en Santiago - EFE

La falta de apoyos obliga a la CEG a rediseñar su plan de viabilidad

El proyecto incluirá modificaciones y se someterá a votación en dos semanas

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El plan de viabilidad diseñado por el equipo directivo de Antonio Dieter Moure será sometido a una revisión. Pese a que el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) justificaba ayer que el documento aún está en elaboración, fuentes consultadas por ABC reconocieron que el texto no contó con el apoyo suficiente de la junta y de ahí que se cayera del orden del día de la asamblea general en la que estaba previsto su debate y posible aprobación. Una cita, esta última, en la que sí aprobaron las cuentas de 2014 y 2015 —correspondientes al anterior mandato de José Manuel Fernández Alvariño— pese a que La Coruña, Lugo y jóvenes empresarios se abstuvieron respecto a las primeras y algunas sectoriales votaron en contra.

Tampoco las de 2015 recibieron luz verde por unanimidad.

En cuanto al plan de viabilidad, la hoja de ruta con la que la patronal quiere garantizar su pervivencia futura y despejar el fantasma del concurso de acreedores, por el que ya claman algunas voces en el seno de la organización empresarial, como es el caso de Pontevedra y Lugo, se comenzará a trabajar en su rediseño a partir de mañana, tal y como confirmó Moure.

Pero no habrá garantía alguna si los bancos no reman a favor de la CEG, reconoció el patrón de los empresarios gallegos, quien avanzó que se pedirá un nuevo crédito de cerca de 1,5 millones de euros, con la sede del ente como aval, para afrontar deudas y abonos pendientes. Según indicó, la propuesta pasa por cancelar la actual hipoteca «y llevarla un poco más lejos para que sean más asumibles los gastos». Y es que «si los bancos dicen que no, estamos abocados a un concurso de acreedores; pero yo en este momento ni contemplo ni barajo esa posibilidad», subrayó Moure.

Lo que queda claro es que la CEG no se sostiene con su actual estructura y será inevitable aplica la tijera. «Buscaremos nuevas fuentes de financiación y ajustaremos mucho los gastos; desde que yo llevo aquí, estos cinco meses, ya los ajustamos muchísimo, casi 8.000 euros por mes, y seguiremos en esa línea», expuso.

Respecto al plan de viabilidad en el que el presidente de la patronal gallega dijo contar con el apoyo «total» de las provinciales para sacarlo adelante, algunas voces reclamaban este lunes que, además de despidos, se tomaran otras medidas como reducciones salariales o recorte de gastos en general. Si bien, la horquilla de entre cinco y quince con la que se partía, al parecer, se ha reducido a los ocho de máximo. Tampoco hay consenso en cuanto a las indemnizaciones entre los partidarios de pagar 45 días y quienes abogan por establecer un periodo más corto. En este sentido, Moure lamentó tener que tocar a la plantilla, «duele mucho», manifestó para justificar que «se están agotando proyectos y habrá que prescindir de algún personal».

Acuerdo con los bancos

Lo óptimo sería tener cerrado el acuerdo con los bancos esta misma semana, aunque admitió que no sabe «si es posible». «A ver si sobre el 17 de junio podemos hacer una asamblea donde tener el presupuesto», señaló el presidente, en clara referencia al de 2016, cuya aprobación está estrechamente vinculada al visto bueno del plan de viabilidad que intentarán tener cerrado para la misma fecha.

Respecto a la deuda, indicó que buena parte se concentra en la red «Pexga» de oficinas en el exterior, programa que depende de la aportación de la Xunta, con cuya liquidación no están de acuerdo. El Igape reclama unos 600.000 euros por gastos que supuestamente no están bien acreditados.

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