Núñez Feijóo, con Alvariño y García Costas, durante el I Foro Gallego de Arbitraje celebrado ayer en Vigo
Núñez Feijóo, con Alvariño y García Costas, durante el I Foro Gallego de Arbitraje celebrado ayer en Vigo - EFE

Expertos y juristas apuestan por el arbitraje para ganar competitividad

Feijóo: «Sin esta fórmula no se habría dado solución a las preferentes en Galicia»

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Si en algo están de acuerdo todos los expertos y juristas respecto al uso del arbitraje como alternativa al proceso judicial ante cualquier conflicto empresarial, es en la gran ventaja que supone este mecanismo: la rapidez. En este sentido, las organizaciones que deciden abordar sus problemas mediante este modelo están favoreciendo su competitividad en el mercado, puesto que los «tempus» y las réplicas que suelen formar parte de los asuntos que se resuelven en los tribunales inmovilizan muchas veces la economía de las empresas y pueden llegar a paralizar inversiones durante largos periodos de tiempo. Los procesos arbitrales tienen una duración máxima de seis meses, que pueden ser prorrogados excepcionalmente dos meses más.

«El arbitraje es vital cuando se busca la competitividad empresarial, sobre todo cuando surge algún conflicto mercantil.

Es una opción ágil, segura, rápida y económica», afirmó el presidente de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía de Arousa, José Manuel Fernández Alvariño, durante su intervención en el I Foro de Gallego de Arbitraje celebrado ayer en Vigo y organizado por la institución mercantil.

El presidente de la Xunta, que participó también en este encuentro entre profesionales del mundo empresarial y jurídico, señaló que se trata de una buena fórmula para favorecer el tejido empresarial. «El arbitraje permite ahorrar costes, tiempos, afecta menos a la imagen de las empresas por su confidencialidad y evita la pérdida de inversiones, que a veces no pueden esperar resoluciones judiciales», aseguró el titular del Gobierno autonómico, quien recordó, además, que este modelo de mediación jugó un papel fundamental en el problema de las preferentes. «Galicia fue la primera comunidad autónoma que resolvió la mayoría de los casos por este modelo», destacó.

Otro de los grandes valores de esta fórmula para la resolución de conflictos es la especialización de sus mediadores. «La solución judicial puede no contar con un especialista en la materia», explicó el director Xeral de Xustiza, Juan José Martín. «Que puedan decidir sobre el asunto expertos en el campo de la controversia es una gran ventaja», añadió a este respecto el catedrático emérito de Derecho Mercantil de la Universidad de Vigo, José Antonio Gómez Segade.

Crear cultura

Una de las características clave de los procesos arbitrales es la voluntad previa de dar solución a la controversia y existente en ambas partes del conflicto. Es este sentido, y según destacaron varios de los participantes en el Foro celebrado ayer, este modelo constituye en sí mismo una forma de crear una cultura de voluntad. «Este mecanismo incluye la propia iniciativa de resolver conflictos, lo cual resulta altamente positivo», apuntó el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

«El compromiso previo de aceptación es algo que no ofrece el procedimiento judicial; aquí existe una voluntariedad o una intención de solucionar el problema. Además, de este procedimiento forma parte la magia de la negociación, así las personas implicadas se consideran parte de la solución y esto genera una mayor satisfacción», expuso el juez decano de Vigo, Germán María Serrano.

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