María José Ferrer San-Segundo* - DE FRENTE
Y Bravo volvió a mentir
«En el Consell del Botànic está haciendo fortuna la doctrina Oltra: la culpa siempre es de otros»
Septiembre de 2015 . La Consellera de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, largo nombre para tan corta (y lenta) gestión, asegura ante las Cortes Valencianas: "Y he ordenado la auditoría, claro que la he ordenado. Fue la primera decisión que adopté”. No estaba diciendo la verdad. Tras casi dos años de proceso judicial, el TSJCV, que la condenó por obstrucción en Sentencia firme, ha confirmado que Gabriela Bravo mintió en sede parlamentaria.
Lo ha hecho más veces, como cuando afirmó, también en Les Corts, febrero de 2017 , que los problemas informáticos, y de presentación telemática, en los Juzgados, eran una invención de la oposición. Semanas después, tuvo que hacer marcha atrás, tras el colapso generado por su precipitación.
Y lo ha vuelto hacer con el incendio de la Ciudad de la Justicia . Porque ni todo lo que ha dicho es cierto, ni Bravo ha dicho todo lo que sabe.
Alarmas que dice que han sonado (aunque en realidad lo cuestionan bomberos, vigilancia y fuerzas de seguridad), pero no se oyeron; alertas visuales que nadie vio; avisos que no quedaron registrados; extractores, megafonías, y aspersores bloqueados… Pero la Consellera aseveró, de nuevo en Corts, que “los sistemas de seguridad funcionaron”.
Escondió, sin embargo, que el informe la Guardia Civil concluye que ‘visto el resultado del día del incendio’, las alertas, resultaron ‘poco efectivas’. Tampoco explicó por qué se llevó de la Ciudad de la Justicia al Jefe de Gestión y al Ingeniero de Sistemas, que hacían pruebas de alarma todas las semanas. Ni por qué la dependencia que alberga la centralita estuviera cerrada con llave.
Bravo ocultó, también, los informes recibidos , y desatendidos, de la Unidad de Seguridad en Sedes Judiciales, donde se denunciaban deficiencias en medidas de seguridad, precisamente allí.
Y durante casi 10 días ni se le ocurrió habilitar un teléfono de información, hasta que lo advirtieron los medios.
La Consellera, además, afirma que no tiene responsabilidad porque el incendio ha sido ‘accidental’. Otra falacia . Accidental lo que significa es no-intencional, es decir, no provocado. Pero ello no excluye la negligencia en la prevención. Porque, bien al contrario, donde hay cortocircuitos, es porque hay mal mantenimiento. Bravo confunde, deliberadamente, la causa, o foco, con la razón de la sobrecarga, que no ha aclarado.
En el Consell del Botànic está haciendo fortuna la doctrina Oltra : la culpa siempre es de otros. Preferiblemente el PP, pero si no cuaja, se desvían los focos a cualquier otro punto. Menos al propio.
Bravo, no el PP, ni el TSJ, ni la Guardia Civil, ni los empleados ‘sensibles’ al humo… es la responsable del edificio y sus instalaciones , mantenimiento del sistema eléctrico, prevención, funcionamiento de alertas, alarmas y medidas de seguridad; de la limpieza tras el incendio, de garantizar la seguridad que su gestión ha puesto en peligro; de sus decisiones caóticas, opacidad informativa, y hasta de una comparecencia ‘trampantojo’ donde siguió sin explicar lo esencial.
Ni el President de la Generalitat ni la Vicepresidenta han tenido la sensibilidad de acercarse al edificio que cobija un tercio de todos los Juzgados de la Comunitat, para mostrar su interés y respaldo. El Botànic solo se acuerda de la Justicia para atacar su independencia. Y Oltra tiene en ello un mal máster, con el silencio cómplice de la Consellera que debiera defenderla.
Como le dije, de frente, en el último pleno, Bravo es una Consellera cortocircuitada , que huye de la quema y del hollín de su errática gestión. Abrasada. Y que no nos cuenta la verdad. Una vez más.
* Doctora en Derecho. Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración. Diputada autonómica PPCV
Twitter: @MJFSanSegundo
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