Bases para un pacto de Estado

Constatado el fracaso del independentismo y del inmovilismo del PP y de Cs, llega el momento de dar una oportunidad al catalanismo centrado, integrador y reformista, que no apuesta por la ruptura, sino por un cambio en el modelo de relaciones entre Cataluña y España, así como a las fuerzas políticas de ámbito español que, desde posiciones constitucionalistas, han entendido que ya no estamos ante un problema catalán o español, sino de dimensión europea.

Desde el catalanismo, muchos nos resistimos a aceptar que el fracaso del independentismo sea el fracaso de Cataluña. Del mismo modo, creo que en el resto de España también hay quien no está dispuesto a convertir el fracaso del inmovilismo en el fracaso de España. Asumir estas perspectivas implica estar dispuesto a ampliar y a fortalecer el espacio del diálogo y de la concertación, por difícil que parezca. Si realmente existe este espacio, la política tiene la obligación de explorarlo.

A partir de esta premisa, Units per Avançar ha formulado una propuesta de Pacto de Estado para reorientar las maltrechas relaciones entre Cataluña y España. Lo proponemos por diversas razones: en primer lugar, por la trascendencia de la cuestión. En segundo lugar, porque los dos gobiernos -que deberían haber aportado soluciones o propuestas viables- han antepuesto el rédito electoral, el desencuentro y la tensión. Por ello, es aconsejable incorporar al pacto más agentes políticos y socioeconómicos. Y, por último, porque el acuerdo que se pueda alcanzar debe estar en condiciones de superar la alternancia que, tarde o temprano, se dará en ambos gobiernos.

Pacto de Estado con cuatro ejes ineludibles: el reconocimiento de la realidad nacional de Cataluña, el diseño de un acuerdo fiscal justo para Cataluña y al mismo tiempo solidario con el conjunto de España, sustentado sobre criterios objetivables, el detalle claro y nítido de las competencias propias de la Generalitat y, finalmente, la concreción de los elementos que permitan avanzar en el terreno de la cohesión social.

Persistir en la vía independentista o enrocarse en la no política solo servirá para agravar la delicada situación actual. Es hora de la política, de que Cataluña tenga gobierno y de que el de España baje a la arena política no para ganar votos a corto plazo, sino para resolver problemas.