El Museo Picasso recibe el archivo de Brigitte Baer

Este legado ayudará al estudio e investigación del grabador más importante del siglo XX

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El sobrino de Brigitte Baer tenía la misión de salvaguardar su archivo: «No me dejó demasiadas instrucciones pero sí me escribió unas líneas que decía que deshacerme de todo quizás no era justo».

David Leclerc hizo ayer los honores de embajador del legado de su tía en el marco del Museo Picasso de Barcelona donde permanecerá el archivo. «Mi tía Brigitte recopiló entre 1975 y hasta su muerte en 2005 muchos documentos sobre la obra grabada de Picasso». Varios agentes han contribuido en este proceso. «Paco Rabé, director de la galería A34 de Barcelona, que era muy amigo de mi tía, al igual que Maite Ocaña que fue directora de este museo y después conocí a Bernardo Laniado-Romer, actual director.

Todos ellos han sido imprescindibles en esta donación».

La elección de Barcelona no es baladí. «Barcelona era un lugar capital para mi tía porque era una ciudad que amaba y que visitaba regularmente por cuestiones de trabajo o por ocio». Cuando murió la hermana de su padre, encontró una foto en la que salía sonriendo en un banco de La Pedrera de Gaudí. Le gustó tanto la imagen que decidió hacer copias y enviársela a sus amigos a modo de despedida. Quizás aquel detalle era una premonición de que su archivo debía viajar a la Ciudad Condal para quedarse.

Estudiar y catalogar la obra grabada

David Lecrec se sumergió en el fondo que su tía recopiló durante años. «Mi tía empezó a estudiar y catalogar la obra grabada de Picasso en 1975 cuando el tasador Maurice Rheims le ofreció este trabajo por un periodo de cinco años».

Este legado ayudará al estudio e investigación del grabador más importante del siglo XX. «Consta de un ejemplar de trabajo de catálogos escritos por Baer, manuscritos y mecanoscritos de artículos suyos publicados y doce mil fotografías entre negativos y positivos que reproducen la obra grabada de Picasso, entre otra documentación».

«Siempre que había una exposición de obra grabada de Picasso le llamaban a ella; se encargó de muestras importantes de sobre Picasso en Dallas, Roma, París, Nueva York y Barcelona. Ella también se ocupaba de escribir el prólogo de los catálogos y ahora estamos recopilando sus textos para conseguir que se publiquen en formato libro».

Brigitte no conoció a Picasso por dos años (Picasso murió enl 8 de abril de 1973) y ella empezó a estudiar su obra en 1975. Leclerc concluye sus parlamentos con una frase muy emotiva: «Brigitte está viva en sus archivos».

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