Una década de jazz en «el mejor escenario para la música»

Una apuesta segura, y más que consolidada. El lujoso Hotel Casa Fuster, ubicado en pleno corazón de Barcelona, lleva diez años brillando por mucho más que sus habitaciones y suites. Desde hace una década, el alojamiento de 5 estrellas se convierte todos los jueves del año en un auténtico club de jazz en directo en el que pasar una velada única.

La cita se concentra en el Café Vienés del local. El imponente espacio llama la atención a simple vista. Seguramente todo este potencial hizo que el mismísimo Woody Allen se animara a sacar su clarinete y a improvisar una «jazz sesion» en julio de 2007 . El célebre director cinematográfico se encontraba en la capital catalana rodando «Vicky Cristina Barcelona» y, aunque se hospedaba en otro hotel, acudió al Casa Fuster a ver a sus de sus amigos y miembros de su banda, que tocaban allí, en uno de los primeros actos de jazz programados por el hotel.

La aparición estelar y para nada programada de Allen con su clarinete tuvo sus efectos y la elección de un cartel musical de primer nivel consolidó la propuesta musical . Desde entonces y hasta el día de hoy, diez años después, el jazz no ha dejado de sonar ningún jueves por la noche en el Casa Fuster.

Durante esta década, Allen ha visitado el Café Vienés en más de veinte ocasiones. En su último paso por Cataluña el pasado verano –cuando vino para tocar en el festival de Cap Roig –, Allen dejó una dedicatoria para el décimo aniversario del jazz en el hotel. «The best place to play music» (El mejor lugar para tocar música), plasmó en una postal con una imagen del Café Vienés. La presencia de Allen ha sido seguramente la más mediática pero el escenario de la Casa Fuster ha acogido a otros muchos músicos prestigiosos.

Por si la música no fuera suficiente, el hotel ha sabido complementar la velada con diversas propuestas gastronómicas de nivel . Así, el restaurante Galaxó ofrece un menú especial –bautizado como «Duke Ellington»– centrado en la fusión de la cocina mediterránea y los sabores de New Orleans. También se puede disfrutar del concierto con una selección de tapas de autor –el menú «Louis Armstrong»– o con un simple cóctel. Y ahora, con diez años en marcha, el Casa Fuster ya ultima su próximo año de jueves de música en directo, esta vez, cargado de novedades.