Los libreros catalanes esperan incrementar un 5% la facturación el próximo Sant Jordi

Optimismo moderado en sintonía con el «crecimiento lento pero sostenido» que experimenta el sector editorial desde que tocó fondo con la crisis econónica. «Poco a poco el sector va recuperándose», ha explicado el presidente del Gremio de Libreros de Cataluña, Antoni Daura, ahora que Sant Jordi está a la vuelta de la esquina y el sector empieza a hacer números para intentar anticipar el funcionamiento de una jornada que tradicionalmente representa entre el 6% y el 8% de la facturación anual -o el 15% en el caso del libro en catalán-.

Así que después de cerrar el año pasado con unas ventas por valor de 20,96 millones de euros, el Gremio de Libreros espera facturar esta Diada de Sant Jordi un 5% más que en 2016, una previsión basada en la tendencia del primer trimestre del año, en el que se han vendido un 4,11% más de ejemplares que el mismo periodo del año pasado.

«Hace pensar que Sant Jordi irá en esta línea», ha apuntado Daura.

«Este año como mínimo tendremos que aumentar en torno al 5%», ha subrayado el presidente del Gremio de Libreros, quien ha recordado que en 2016 se vendieron 45.000 títulos diferentes y que, de entre todos estos, los diez más vendidos sólo supusieron un 4,33% del volumen total. «Está apuntando en la buena dirección, con un crecimiento lento pero sostenido, y Sant Jordi, a pesar de caer en domingo, se presenta francamente bien», ha añadido el presidente de la Cámara del Libro, Patrici Tixis.

Con todo, los editores reconoce que costará igualar los niveles de facturación de antes de la crisis, cuando el sector facturaba en toda España unos 3.000 millones al año, frente a los 2.200 o 2.300 actuales.

Combatir aglomeraciones

Ante las aglomeraciones que se produjeron el año pasado en el centro de Barcelona, Antoni Daura ha reconocido que ahora hay una «mejor interlocución» con el ayuntamiento y «muchos de los problemas que nos hacían ir mal se han podido solucionar».

El secretario del gremio, Marià Marín, ha apuntado que, justamente, una de las novedades de este Sant Jordi será que se «esponjan» las paradas en el área del Eixample comprendida entre las calles de paseo de Gràcia, rambla Catalunya y el tramo central de la Diagonal, donde habrá más paradas que el año pasado, igual que en el paseo de Sant Joan.