La CUP considera una «tomadura de pelo» la decisión de Torrent de aplazar el pleno de investidura

Carles Riera asegura que será la última vez que aceptarán lo que interpretan un retroceso del soberanismo.

El portavoz de la CUP en el Parlament, Carles Riera EFE

ABC.ES

El diputado de la CUP en el Parlament Carles Riera ha advertido este miércoles de que su grupo se sentará a negociar con Junts per Catalunya (JpCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) «si están las tres partes y si hay una convocatoria firme de pleno sobre la mesa», después de que el presidente de la Cámara, Roger Torrent, pospusiera sine die el pleno de investidura de Carles Puigdemont, que se tenía que celebrar este martes.

En un debate de Catalunya Ràdio, en el que han participado también los diputados Francesc de Dalmases (JpC) y Ernest Maragall (ERC), Riera ha tachado de «tomadura de pelo en toda regla» la decisión de Torrent y ha alertado de que será la última vez que aceptarán lo que consideran un retroceso del soberanismo.

Según Riera, «ayer todo saltó por los aires», y ha criticado que Torrent no informara previamente a los grupos, que conocieron su decisión por los medios de comunicación.

«Asumir el envite del Estado»

Asimismo, ha lamentado que ERC condicione el pleno a que la investidura del próximo presidente de la Generalitat sea eficaz: «En lugar de decir acatar el Tribunal Constitucional e investir a un Govern que el Estado acepte, lo llama investidura eficaz», cuando los «cupaires» creen que un Ejecutivo eficaz es el que desobedezca al ordenamiento español.

«Un Govern que luego aplique la República, aunque luego este Govern sea ilegal. Si queremos investir a un Govern desde la soberanía del Parlament y que aplique la República, este Govern tendrá que asumir el envite del Estado », ha ahondado.

Ante esto, Maragall le ha reprochado que Catalunya necesita «a un presidente, no a un exiliado», por lo que ha defendido la decisión de Torrent, aunque ha admitido que se haya podido vivir con inquietud y preocupación.

«Tenemos que celebrar que nos hayamos dado un espacio de tiempo para hacer bien lo que ayer hubiésemos hecho mal» después de que el TC prohibiera celebrar la investidura si Puigdemont no estaba en el Parlament previa autorización judicial.

Si se hubiera procedido a la investidura, ha previsto, no habría presidente, sino «un presidente destituido» , y los miembros de la Mesa del Parlament podrían exponerse a querellas criminales.

«Que queremos plantear un desafío es evidente, ¿pero tenemos que plantear un desafío a campo abierto con víctimas abundantes y batallas simbólicas?», ha preguntado quien fue también conseller de Educación.

De Dalmases ha recordado que los independentistas suman 70 de 135 escaños en el Parlament, por lo que los tres grupos deben llegar a un acuerdo , y ha pedido «disculpas a todos los que ayer se sintieran decepcionados».

No obstante, ha defendido que las negociaciones entre JpC, ERC y la CUP habían progresado y que «el acuerdo de ayer estaba muy maduro», algo que Maragall ha negado.

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