Unicef: el valor de la infancia

Mercedes Cófreces se ha hecho cargo de la presidencia de Unicef en Palencia con «entusiasmo» y «muchas ganas de trabajar» por los derechos de los más pequeños. De hecho, este próximo fin de semana voluntarios de la ONG de toda España se darán cita en El Escorial para marcar las líneas de actuación de los próximos meses, siempre, con la vista puesta en la declaración de los Derechos del Niño.

«La única diferencia que hay entre unos niños y otros es que cada uno ha nacido en un lugar del mundo y eso, lamentablemente, marca su calidad de vida», lamenta Cófreces. Por ello, hay que seguir trabajando por cerrar esas brechas y conseguir que todos los pequeños «vivan donde vivan» tengan garantizados los derechos fundamentales y, especialmente, el derecho a la infancia.

En definitiva, asegura la nueva presidenta de Unicef Palencia, «que los niños puedan disfrutar del privilegio de ser niños». No hace falta irse tan lejos, asegura Mercedes, para constatar que también son muchos los menores de nuestro entorno que pasan penurias económicas en su día a día, y es que la crisis económica ha pasado factura a muchos hogares españoles que, todavía hoy, tienen grandes dificultades para cubrir las necesidades más básicas como la vivienda, luz, el gas o la comida.

La suerte de nacer en España

Sin embargo, según explica Mercedes, esos niños tienen «la suerte» de haber nacido en España y gozan de «una serie de mecanismos que se articulan y trabajan en red para garantizar que crezcan en las mejores condiciones posibles». Algo que no ocurre, recuerda, en muchos otros países del mundo donde a los menores ni si quiera se les da la oportunidad de «ser niños»

¿Y qué se puede hacer desde una ciudad como Palencia para garantizar los derechos de la infancia? Una pregunta a la que Mercedes Cófreces, que apenas lleva un mes en su nuevo cargo, responde manera contundente: «La mejor manera de ayudar a los niños del mundo es que los de aquí, los niños españoles, reciban una educación en valores para que en un futuro, sean personas solidarias capaz de luchar por la igualdad. El objetivo global es unir a la infancia de aquí, que también ellos se sientan protagonistas y valoren los derechos que tienen, con la infancia que cada día se enfrenta a una realidad poco o nada recomendable, para que unan sus manos por una sociedad mejor».

Se trata, en defintiva, de una doble línea de trabajo. Unicef quiere incidir en una educación escolar cimentada sobre la equidad y la solidaridad y, al mismo tiempo, luchar para evitar la vulneración de los derechos del niño en cualquier parte del mundo. Para Mercedes Cófreces, que lleva tres años como voluntaria de la organización, «no hay nada más bonito que trabajar por lo niños» y es muy «triste» comprobar que no todos tienen los mismos derechos. «Es ahí, donde todos debemos incidir», insiste.

Cófreces tiene «la suerte» de presidir la ONG en una ciudad «Amiga de la Infancia» y eso, sin duda, la facilitará el acceso a los escolares de la provincia para empezar a trabajar. «Lo prinicpal es que los niños palentinos sean conscientes de que no todos los menores tiene la misma fortuna que ellos». La nueva cabeza visible de Unicef Palencia no quiere olvidarse tampoco de hacer un llamamiento a la recaudación de fondos porque, según reconoce, el dinero es «de vital importancia» para que la Organización pueda consolidar proyectos históricos como las campañas de vacunas o el abastecimiento de agua.

La próxima cita de esta entidad, que se celebrará el fin de seman en la localidad madrileña de El Escorial, supondrá un importante revulsivo para los voluntarios que trabajan para Unicef a nivel nacional. «Volveremos con las pilas cargadas, con nuevos retos y muchas ganas de trabajar» asegura Mercedes.