Terremoto en México

«Nunca había vivido un temblor de esta magnitud y el miedo me duró todo el día»

Raúl de la Torre, vallisoletano residente en México desde hace tres años, destaca la ola de solidaridad que recorre la ciudad con los damnificados tras la catástrofe

Raúl de la Torre, vallisoletano afincado en México ICAL

ICAL

«El edificio se balanceó durante 30 segundos y la intensidad cada vez iba a más. Me resguardé debajo de una de las vigas maestras y mi gata se escondió bajo un sillón. Sólo pensaba y decía por favor, por favor, por favor..., temiendo que el suelo se desplomara o que el gas estallara porque tenía algo cocinando. Cuando dejó de temblar apagué el fuego, agarré las llaves y bajé los cuatro pisos del edificio. En la calle estaban unos diez vecinos más, y allí nos quedamos un rato esperando y usando el móvil para contactar con tus personas más cercanas. Nunca había vivido un temblor de esta magnitud y el miedo me duró todo el día».

De esta forma narró el vallisoletano Raúl de la Torre para la Agencia ICAL cómo vivió el terremoto que este martes sacudió Ciudad de México y que ha causado, al menos, 225 muertos. «El edificio empezó a moverse muy bruscamente, sin que las alarmas avisaran, aunque justo dos horas antes había habido un simulacro con alarmas, coincidiendo con el día del grave terremoto de 1985», relató.

Con familia en la localidad de Fompedraza , Raúl vive en Ciudad de México desde hace más de tres años, donde trabaja en marketing y publicidad. Él reside en Colonia Polanco, un barrio al oeste de la ciudad que suele verse menos afectado cuando hay temblores y donde no se han producido cortes en los suministros de luz, agua o gas, aunque existen problemas con las comunicaciones telefónicas al producirse cortes intermitentes.

Efectos del terremoto que ha tenido lugar en México DF

Según explicó, las zonas más afectadas son el centro y sur de la ciudad , donde se han desplomado bastantes edificios, hay calles cortadas y el servicio de luz, agua y gas no funciona. «Anoche fui al supermercado y apenas quedaba agua, latas de atún y comida para bebés. No sólo la gente está acaparando estos alimentos, sino que también los están comprando para donarlos a centros de acopio para los damnificados. Se están pidiendo alimentos básicos, productos de higiene y comida para bebés, así como donativos y sangre. Muchas personas ofrecen habitaciones disponibles en sus casas para quien lo necesite».

«No sólo la gente está acaparando estos alimentos, sino que también los están comprando para donarlos a centros de acopio para los damnificados»

Raúl, que a través de su cuenta de facebook también ofrece una habitación de su piso para acoger a algún damnificado, reconoce que según fueron pasando las horas y llegando la información fue consciente del daño que el seísmo había producido en la ciudad y en otras regiones. «Desde entonces, es un cruce constante de mensajes y llamadas para preguntar por unos y otros. Yo estoy bien y afortunadamente mi gente allegada también».

Ahora, según describe, la ciudad es un constante ruido de helicópteros, ambulancias y motos llevando agua y alimentos a zonas afectadas.

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