Educación

Jugar con la física no es jugar, es aprender

El profesor de la Universidad de Burgos Miguel Ángel Queiruga utiliza el fútbol para explicar Matemáticas y Física en el Máster de Profesorado

El docente y sus alumnos ponen en práctica un método menos árido para explicar ciencias R. ORDÓÑEZ

PEDRO SEDANO

Miguel Ángel Queiruga es un convencido de la enseñanza utilizando la realidad y de mezclar más la teoría y la práctica. Eso y la implicación de los alumnos en todo ese proceso son las claves que ha seguido desde que comenzó su actividad docente en 1999. Actualmente es un inquieto profesor del máster de profesorado de la Universidad de Burgos e imparte clases de Secundaria en el Colegio Jesús-María . Forma parte de una red formada por profesores europeos y de otros países como México, Turquía o Israel que sigue esos mismos principios. Su proyecto, en el que participa como coautora una alumna del máster que imparte, Noelia Velasco, junto a varios de sus alumnos de Secundaria se ha basado en utilizar el fútbol para explicar las matemáticas y, sobre todo, la física. El equipo que lidera Queiruga ha sido uno de los seleccionados para participar en «Science on stage Germany».

Los otros diez seleccionados procedían de la República Checa, Georgia, Alemania, Italia, Rumanía, España, Suiza y Turquía. La final se celebró en octubre en el museo alemán de fútbol de Dormund.

Materias como las matemáticas, la biología o la física son consideradas tradicionalmente por los estudiantes como áridas y frías, pero no es necesario que sea así. Es el punto de partida de «Science on stage», una red de profesores que se basa en el intercambio internacional de buenas experiencias y la generación de materiales didácticos.

Miguel Ángel Queiruga decidió aplicar parte de las fichas de física y matemáticas a algo aparentemente tan alejado como el fútbol . «No soy aficionado al fútbol, pero ofrece enormes posibilidades para deducir fórmulas físicas relacionadas con el movimiento», explica este profesor entusiasta de conectar teoría y aplicación práctica. Está convencido, tras ver su postura avalada por la experiencia, de que los alumnos aprenden más cuando no se les da una fórmula fría, sino que se les invita a observar la realidad, en este caso el movimiento de un balón, y deducir la fórmula a partir de los datos.

«No soy aficionado al fútbol, pero ofrece enormes posibilidades para deducir fórmulas físicas relacionadas con el movimiento»

Empezaron con el estudio del movimiento a partir de un balón rodando, a base de tomar medidas y tiempo de recorrido. De ahí pasaron a conceptos físicos más complejos, como el de «movimiento acelerado», para lo que soltaban un balón desde una altura importante y anotaban cómo se aceleraba a medida que se aproximaba al suelo por la fuerza de la gravedad.

Otro concepto complejo que los alumnos pudieron conocer gracias a un balón de fútbol es el del «Coeficiente de restitución», que se explica porque, cuando la pelota se arroja desde una altura, su bote siempre es de una altura inferior.

Imaginación

Los experimentos requirieron imaginación para poder medir parámetros con elementos sencillos, como cintas métricas o una cámara de vídeo, antes de convertir los datos en gráficas y pasar de ahí a deducir la fórmula. Los materiales que se sacaron de este trabajo aún no están publicados pero «encajan perfectamente en los conocimientos que los chavales tienen que adquirir, según el currículo oficial de Secundaria», señala orgulloso Queiruga.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación