Inés Arrimadas: «Soy andaluza y catalana, pero sé que mis raíces están en Salamanca»

Aunque diputada de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña desde diciembre de 2012, Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) se ha hecho más popular a partir de la campaña y, sobre todo, de los resultados de las pasadas elecciones catalanas del 27 de septiembre, en las que su partido logró el segundo puesto, con 25 escaños.

De raíces salmantinas, concretamente de la localidad de Salmoral, enclavada en la comarca de Peñaranda de Bracamonte y a unos 50 kilómetros de la capital, la portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos asegura haber estado junto a su familia «en multitud de ocasiones» en este municipio en el que nacieron sus padres quienes, posteriormente y por motivos de trabajo, trasladaron su residencia a Jerez de Frontera.

En declaraciones a ABC confiesa recordar con «especial cariño» cuando era pequeña «las fiestas de San Roque, en verano, cuando aún vivían» sus abuelos, lo cual «era una ocasión fantástica para reunirnos con miembros de la familia que están dispersos por distintos lugares de España».

Asegura sentirse «andaluza y también catalana», pero, añade, saber que sus «raíces están en Salamanca y por ello la guardo en mi corazón. Afortunadamente en pleno siglo XXI no hay que elegir una sola identidad, te puedes sentir de diferentes lugares y eso no resta, sino que suma».

La agenda manda

Subraya que la última vez que estuvo en Salmoral fue en el año 2011 con «toda mi familia» y, tras revelar que le «encantaría volver pronto», considera «un honor» ser «la pregonera» de las próximas fiestas de agosto, tal y como ha anunciado ya el alcalde Carlos Hernández, pero «no» sabe si su agenda se lo «permitirá este año».

Si orgullosa está de sus raíces salmantinas no lo están menos los vecinos del municipio que vio nacer a los abuelos y progenitores de Arrimadas. Así, el regidor municipal asevera que «no se habla de otra cosa» tras los resultados del 27-S, que la gente «está muy contenta» y que es «una noticia muy buena», aunque resalta que están «acostumbrados» a este tipo de situaciones. Y es que Hernández cuenta que los apellidados Arrimadas y sus descendientes son personas que están repartidas por toda España -numerosos fueron los que dejaron el pueblo en busca de un mejor porvenir- y que «han destacado y lo siguen haciendo» tanto en el ámbito de la política como en el profesional: gobernadores, médicos, abogados, investigadores y largo etcétera.

Reconoce no recordar a la parlamentaria catalana, pero confía en que pronto la pueda saludar en Salmoral, donde su familia ya no conserva su vivienda. Actualmente, el inmueble, cuya propiedad ha pasado a otras manos, se ha transformado en casa rural, en la que el alcalde prevé que pueda alojarse.

Aunque en Salmoral, un pueblo de apenas un centenar de habitantes, si bien en el verano multiplica por diez su población, no quedan familiares directos de Inés Arrimadas, una prima carnal de su abuela paterna, Enriqueta García, se deshace en elogios hacia su familia de la que dice que es «gente muy buena» y de «muy buen trato».