Los expertos de la Universidad de Valladolid muestran el bifaz hallado en Tanzania
Los expertos de la Universidad de Valladolid muestran el bifaz hallado en Tanzania - ABC
SOCIEDAD

Un estudio liderado por la UVa data el Achelense, un periodo clave de la evolución humana, en 1,7 millones de años

Un equipo liderado por la Universidad de Valladolid hallan en Tanzania la herramienta más evolucinada de la época: «Es como si en un yacimiento del Alto Medievo apareciera un teléfono de última generación»

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«Es como si en un yacimiento del Alto Medievo apareciese un teléfono móvil de última generación». Así de gráfico describía el profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, Fernando Diez Martín, el hallazgo realizado por este departamento en complejo arqueológico de la Garganta de Olduvai, en Tanzania, que data el Achelense, un periodo clave en la evolución humana, en 1,7 millones de años de antigüedad, cuando hasta la fecha las evidencias más antiguas conocidas de esta tecnología procedían de otros yacimientos arqueológicos situados en Kenia y Konso, y además, la datación era muy «discutida».

El hallazgo, que ha sido publicado el pasado 7 de diciembre en la revista científica «Scientific Reports», perteneciente al grupo Nature, es de una enorme trascendencia y en palabras del catedrático de Prehistoria de la UVA, Germán Delibes, «dará la vuelta al mundo».

La clave, ha explicado el profesor Fernando Diez, que lidera desde 2006 los trabajos realizados en la Garganta de Olduvai y desde 2012 en el yacimiento FlK West, dentro del mismo complejo arqueológico, es que el equipo ha tenido la suerte de daro con sedimentos encapsulados entre dos tobas volcánicaqs «datadas perfectamente», lo que permite fechar «directa y localmente» el complejo en 1,7 millones de años, mientras que otros yacimientos se han tenido que utilizar estudios más imprecisos. Además, el experto ha valorado la riqueza arqueológica del complejo, al contar con seis niveles distintos en los que se han hallado restos líticos y faunísticos -tanto en Kenia como en Konso no se habían descubierto restos de fauna-.

De hecho, según ha detallado este experto, Olduvai se ha convertido en el primer yacimiento achelense africano en el que aparecen asociadas la industria lítica -la mayoría lascas y bifaces- con restos de herbívoros -bóvidos y équidos- que denotan haber sido objeto de técnicas de carnicería, lo que denota la funcionalidad de las herramientas achelenses y pone de manifiesto la aparición de comportamiento más complejo por parte de los humanos arcaicos.

Una pieza «excepcional»

Pero durante la investigación, el equipo dirigido por los profesores de la Universidad de Valladolid no sólo encontraron en el yacimiento herramientas líticas simples, sino que de forma inesperada hallaron una «pieza excepcional», que constituye «una gran sorpresa» y de cuya manufactura no se había hallado nada parecido de aquella época. Se trata de un bifaz de basalto de grandes dimensiones, perfectamente configurado, simétrico y bien elaborado técnicamente. El doctor en Prehistoria de la Universidad de Valladolid, Policarpo Sánchez, destacó la «complejidad» del objeto «tanto a nivel cognitivo del tallado» como en la habilidad técnica que presentó al llevarlo a cabo. En este sentido, sotuvo que el hallazgo «rompe un poco la percepción que se tenía», ya que no se pensaba encontrar bifaces ya desarrollados desde los comienzos del Achelense. Además, si el resto de herramientas encontradas estaban realizadas en cuarcita, este bifaz fue elaborado en basalto, triplica el tamaño de los anteriores y llegó ya configurado al yacimiento.

En total, los investigadores han realizado un análisis tecnológico detallado de 2.120 piezas, comprobando la utilización de algunas de estas herramientas en el procesamiento y consumo de la fauna conservada en el yacimiento, probablemente por parte de un temprano «Homo erectus». En cuanto a la bifaz, permanecerá tres meses en manos de los expertos de la Universidad de Valladolid antes de ser devuelta al Gobierno de Tanzania. La idea es desarrollar nuevos estudios sobre aspectos funcionales, cognitivos, económicos y de arqueología espacial del yacimiento.

Cambios ambientales

Por otro lado, el estudio destaca la coincidencia en el tiempo de cambios ambientales y de la aparición del Achelense, lo que sugiere que el clima podría haber impulsado esta innovación tecnológica.

En la investigación han participado, además del Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología Social y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la UVA, los departamentos de Geodinámicas y Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, NERC Argon Isotope de Reino Unido, el Instituto de Evolución de África (IDEA) de Madrid, la Unidad de Arqueología de la Universidad de Dar es Salaam de Tanzania, el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) de Burgos y la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro (EE.UU).

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