SALTIUM TOLEDOUna terapia natural llamada sal

Cuando en la primera mitad del siglo XIX los mineros de Wieliczka, un pueblecito cercano a Cracovia, en el sur de Polonia, trabajaban día y noche en las cuevas de sal, los pronósticos sobre su salud no eran muy esperanzadores. Muchos pensaban que su constante inhalación de polvos de sal de la mina les provocaría serios problemas de salud. Se equivocaban.

Feliks Boczkowski, el médico encargado de pasar la revisión a estos mineros descubrió que estos trabajadores no padecían problemas de salud. Al contrario: gracias a la inhalación estaban libres de problemas respiratorios y dermatológicos, y hasta escapaban de la tuberculosis, enfermedad que sufría una gran parte de la sociedad.

Tras varios estudios, Boczkowski llegó a la conclusión de que el ambiente que respiraban, impregnado de micropartículas de sal, era el que los protegía y consiguió que la mina abriera sus cuevas en 1836 para continuar con sus investigaciones.

Este médico estudió más de 30 patologías, algunas de ellas tan comunes como el asma y el agotamiento.

Hoy en día, las cuevas están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y son conocidas con el sobrenombre de «la catedral subterránea de la sal de Polonia». Cuentan con una profundidad de 327 metros y una longitud de más de 300 kilómetros de laberínticas galerías. El handicap de la distancia, la poca accesibilidad y el alto coste de la espeleoterapia (permanenecer un tiempo en cuevas o minas subterráneas) provocó la aparición de un método único para reproducir el microclima de las minas de sal: los halogeneradores.

Rusia fue la encargada de desarrollar está tecnología que dio pie a la denominada haloterapia o salterapia. Una terapia natural complementaria que consiste en reproducir el microclima de estas minas de sal subterráneas y respirar un ambiente saturado por micropartículas de sal roca 100% natural, de origen minera.

Desde hace poco más de dos meses, Saltium ofrece en Toledo los beneficios de estas cavidades de sal. Se trata del segundo centro que esta franquicia especializada en haloterapia abre en España (el otro está en Madrid). Faustino Gutiérrez es el director del centro en Toledo. «Decidimos apostar por esta terapia natural a raíz de que mi mujer empezara con un problema de psoriasis en la planta de las manos y de los pies. Fue al dermatólogo y de primeras no le garantizó nada. También le advirtió de que se tenía que comprometer a no tener más hijos y de que el tratamiento que le iba a recetar le podía afectar al hígado. A los pocos días vimos en televisión un reportaje sobre el centro de Saltium en Madrid y comenzó a darse unas sesiones. Mejoró muchísimo y a partir de entonces, nos decantamos por esta terapia».

Una terapia natural

Gutiérrez propone emular las cuevas de sal polacas de la manera más fidedigna posible. Para ello ha proyectado sal marina gruesa en las paredes y toneladas de sal marina fina en la superficie. Todo ello está controlado con un halogenerador, de cuarta generación, un aparato que tritura la sal entre 0,5 y 1,5 micrones para que pueda ser inhalada y se impregne en la piel en cada sesión.

Las salas también están dotadas de un láser que controla la concentración de micropartículas, mientras que el resto de sensores miden la temperatura y la humedad. «Al ser un ambiente seco y estar las micropartículas de sal en el aire, esto nos permite llegar hasta los alveolos pulmonares», indica Gutiérrez.

La unión de esta tecnología con las propiedades de la sal -antibacteriana, antiséptica y antiinflamatoria- logra los beneficios de las cuevas de sal polacas, incluso con mayores índices de éxito al tratarse de un proceso controlado, según el director de Saltium en Toledo.

«La sal tiene una estructura atómica no molecular, sino eléctrica. Los aerosoles de cloruro de sodio tienen una carga iónica negativa significativa, mientras la superficie de las vías aéreas tiene una carga mínima positiva, por lo tanto la fijación de estas partículas es mucho más estable sobre la mucosa bronquial, consiguiendo limpiar las vías respiratorias», explica.

La haloterapia está reconocida como una terapia natural eficaz libre de medicamentos para ciertas afecciones pulmonares crónicas. Ha sido probada clínicamente y se ha demostrado que proporciona beneficios sustanciales para personas con problemas respiratorios (asma, bronquiolitis, fibrosis quística, tos, constipado, neumonía, rinitis…), trastornos del oído (otitis), problemas dermatológicos (dermatitis atópica, acné, psoriasis, eczemas…) o trastornos del sistema nervioso (estrés y agotamiento), entre otras afecciones.

Las mejoras pueden llegar hasta un 92% en caso de tratarse de problemas respiratorios y alcanzar el 62% en problemas dermatológicos. «Hay que dejar claro que esto no es Lourdes, nosotros no hacemos milagros pero sí que podemos conseguir mejoras considerables», matiza el director del centro.

Estos avances ya los han podido comprobar algunos de los usuarios que han acudido a la sede (la haloterapia está indicada para bebés a partir de tres meses). Como ejemplo, Gutiérrez cuenta a ABC la historia de una madre resfriada que acudió al centro con su pequeña de seis meses que sufría un problema de bronquiolitis: «La pediatra le dijo que si en un plazo de dos a tres días, la niña no expulsaba los mocos, la tendrían que ingresar. Vinieron al centro y en su primera sesión, la madre me comentó que la pequeña había echado sus primeras flemitas, incluso ella se sentía mucho mejor de su constipado».

Tres sesiones por semana

La haloterapia es un método totalmente natural, que reduce el uso de medicamentos y mejora la función pulmonar y la calidad de vida. Dado que este tipo de administración del cloruro de sodio no requiere contacto físico con el paciente, hace que su administración sea más fácil de aplicar en la práctica pediátrica que otros tratamientos como nebulizadores o medicina farmacéutica.

Saltium Toledo dispone de tres salas para desarrollar esta terapia: una colectiva para adultos y niños; otra individual destinada específicamente para tratar problemas dermatológicos (con ladrillos de sal del Himalaya), donde los usuarios se pueden quedar en ropa interior, en bañador o desnudos para que las micropartículas de sal se depositen sobre las capas superficiales de la piel; y la cueva, la mayor de todas las salas, con más de cinco toneladas de sal proyectadas por las paredes y repartidas por el suelo. Según Gutiérrez, lo recomendable para conseguir una mejora efectiva de la patología son diez sesiones, tres por semana con una duración de 40 minutos para niños y 50 para adultos cada una.

Esta terapia también es una buena aliada para los deportistas. Al deshidratarse, los músculos pierden grandes cantidades de agua y sales minerales, creando un estado de cansancio y agotamiento físico, psíquico, emocional y mental. Gracias a este método, se mejora la recuperación y el rendimiento deportivo, ya que provoca una mejor función pulmonar y capacidad respiratoria.

La haloterapia está reconocida como terapia clínica en Estados Unidos, Canadá, Italia e Inglaterra, mientras que en Rusia forma parte del sistema de salud como terapia oficial, y clubes de fútbol como el CSKA Moscú o el Bayern de Múnich lo tienen incluido en la rutina de sus entrenamientos.