El padre procesado por abusar de su hija niega toda la acusación

«No le realicé tocamientos, ni froté mis genitales con su cuerpo ni le introduje ningún dedo», dijo en el juicio

El acusado, esta mañana en la Audiencia Provincial de Toledo Ana Pérez Herrera
Manuel Moreno

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Bruno, el padre denunciado por su hija de abusos sexuales durante al menos dos años, negó este miércoles la acusación en la Audiencia Provincial de Toledo, durante la primera sesión del juicio, que quedará visto para sentencia este jueves. A preguntas de la fiscal, Bruno desmintió que realizara tocamientos a la niña entre 2010 y 2013, y que frotara sus genitales contra el cuerpo de ella, nacida en 2001. También negó que le introdujera dedos en la cavidad anal o que se duchara desnudo con ella. Incluso refutó que le hubiera dicho que quisiera tener hijos con ella, como sostiene la representante del ministerio público.

Para corroborar su versión, Bruno tuvo los testimonios de sus tíos José Manuel y Rut . En su chalé de Yuncos, el padre pasaba los días que le tocaba estar con su hija, ya que la madre y él ya estaban separados cuando supuestamente ocurrieron los hechos denunciados. «Nunca vimos un comportamiento extraño en Bruno hacia su hija», afirmó José Manuel con rotundidad. «Jamás vi a Bruno metido en la ducha con su hija, lo habría censurado inmediatamente», contestó Rut durante su declaración. «Nunca he visto nada raro», zanjó en otro momento.

A favor de Bruno, que tiene una orden de alejamiento de su hija y de su expareja, también declaró su hermana en el juicio. « Jamás en la vida le he oído decir que estuviera enamorado de su hija », aseveró la hermana, quien añadió «nadie en mi familia tiene miedo a mi hermano».

El salón de la casa

Sin embargo, la presunta víctima, que ahora tiene 16 años, sostuvo en la sala la acusación contra su padre delante del tribunal, compuesto por tres hombres. « Me penetraba el dedo por el culo por la mañana, después de comer, en la siesta, por la noche », dijo la joven llorando. «¿Por qué no le dijiste algo a tus tíos?», preguntó la abogada de la madre. «Por miedo..., mi padre era agresivo», contestó la hija, quien también aseguró que su padre la presentaba como su novia y que él tenía celos de sus amigos.

La adolescente aseguró que algunos de esos abusos se producían en el salón de casa, sobre un sofá rinconera, viendo la televisión y tapándose con una prenda de abrigo. Sin embargo, los tíos y la hermana de Bruno afirmaron que nunca vieron ninguna situación parecida a la que describió la hija.

Durante la declaración, la menor estuvo acompañada de su madre, Lorena, detrás de un biombo blanco para evitar ver la cara de Bruno. Pero no fue a su madre a la primera persona que le contó los supuestos abusos sexuales de su padre. Un año más tarde se lo dijo a una amiga , que también testificó detrás del biombo este miércoles.

Antes de que declarase su hija, Lorena, la madre de la presunta víctima, compareció ante el tribunal. « Yo sabía que era un maltratador, pero eso (los presuntos abusos sexuales) nunca se me pasó por la cabeza ». Y añadió que Bruno tenía un carácter agresivo hacia su hija, una afirmación que desmintieron luego los tíos y la hermana de Bruno.

En las pruebas periciales, los forenses depusieron que la manifestación de la hija en su día era compatible y congruente con los hechos denunciados, por lo que sospecharon que pudiera haber un presunto abuso sexual, aunque en las exploraciones médicas que se hicieron a la presunta víctima no se apreciaron lesiones ni fisuras en el ano.

También compareció una psicóloga del Ciasi, centro especializado de Intervención en abuso sexual infantil de Madrid, comunidad donde vivía la adolescente con su madre. Esa psicóloga reveló al final del juicio que la madre solicitó un cambio de profesionales para atender a la menor, pero la madre y su hija nunca acudieron a las tres citas que acordaron. Por ese motivo, el Ciasi cerró el expediente.

Relación de enemistad

Durante la vista oral, el presidente del tribunal, Manuel Gutiérrez, tuvo que advertir en varias ocasiones, tanto a la fiscal como a la acusación particular y al abogado de Bruno, que se centrasen en los hechos que se juzgaban, y no en la rela ción de enemistad y «conflictividad» entre el padre y la madre, «algo que ha quedado claro», afirmó Gutiérrez.

Esta animadversión entre las familias de Bruno y Lorena se hizo patente en algún momento del juicio, por lo que el presidente del tribunal tuvo que exigir «¡silencio!» en una ocasión, lanzando un grito que retumbó en la sala.

Este jueves se dará lectura a las conclusiones definitivas. La fiscal mantiene la petición de diez años y seis meses de cárcel por un delito continuado de abuso sexual. También la acusación particular. Sin embargo, la defensa sostiene que Bruno es inocente del delito.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación