Juan de Rojas, el hidalgo sagreño que fundó La Habana

Dicen que cuando Cristóbal Colón desembarcó por primera vez en Cuba, exclamó que era «la tierra más hermosa que ojos humanos han visto». La historia de la gran isla de las Antillas ocupa un lugar destacado en la memoria colectiva de los españoles. Es imposible pensar o hablar de ella sin que nos embargue entrañable nostalgia por cuanto supuso durante siglos para nuestro país. A la fundación de su capital, La Habana, ha dedicado su último trabajo el investigador toledano Jesús Perezagua Delgado (Magán, 1959), defendiendo que la misma debe atribuirse a Juan de Rojas Manrique, hidalgo natural de Cedillo de Condado, y no a Diego Velázquez de Cuéllar como hasta ahora ha mantenido la historia oficial.

Perezagua es sanitario de profesión y apasionado de la investigación histórica de vocación.

A sus trabajos sobre diferentes municipios de la Sagra toledana, suma ahora una nueva publicación «Juan de Rojas: el olvidado fundador de La Habana». Se trata de la primera entrega de un ambicioso proyecto sobre vecinos de Cedillo del Condado en América. Su arranque promete, pues gracias a un providencial hallazgo documental, nos propone un cambio en la historiografía americanista y la apuesta por la reivindicación de un toledano a quien hasta ahora se le había asignado un papel secundario en los tratados sobre la conquista. El recuerdo y reivindicación de De Rojas protagonizaron las últimas Jornadas Históricas «Reino de Castilla» celebradas en la población sagreña.

Recuerda el autor que, según datos recogidos por Javier Malagón y Manuel Díaz-Marta (exiliados toledanos tras la guerra civil ) en su trabajo «El Reino de Toledo en el poblamiento y ordenación del Nuevo Mundo», entre 1508 y 1559 el número de vecinos o naturales del reino de Toledo que se embarcaron hacia América superó ampliamente el millar, entre ellos estaba Juan de Rojas, quien estaba emparentado con el rey Fernando el Católico.

El protagonista de este trabajo salió camino de las Indias en 1514. «En aquellas tierras –escribe el autor- vivió más de tres cuartas partes de su vida, donde se casó una pontevedresa de recio abolengo y donde murieron ambos, sin dejar descendencia. Convivió en la isla de Cuba con sus trece primeros gobernadores, teniendo una estrecha relación con la mayoría de ellos, que le nombraron su lugarteniente; participó en las últimas fases de la conquista de la isla; fue fundador de la villa de La Habana en su definitiva ubicación; participó activamente en la construcción de sus dos primeras fortalezas; conoció a casi todos los primeros grandes descubridores y conquistadores de la época; se vio la cara con piratas y corsarios que hostigaban a menudo los pueblos recién fundados; ocupó importantes cargos en la isla y fue uno de los más ricos, si no el que más, de todos cuantos vivieron en aquella villa caribeña durante la primera mitad del siglo XVI».

Para desgranar tan azarosa biografía, Jesús Perezgua ha escudriñado pacientemente, y durante años, legajos y documentos en los más dispares archivos, desde el General de Indias de Sevilla al de la Catedral de La Habana, pasando por el Histórico Nacional, el de la Real Chancillería de Valladolid o los municipales y parroquiales de Cedillo del Condado e Illescas. Su inmenso trabajo se condensa en seiscientas páginas plenas de datos y contundentes de contenido, que sorprenden gratamente al lector y nos sitúan ante un compendio que arroja sólida luz sobre personajes poco estudiados del pasado toledano. Un bueno número de las aportaciones que realiza el autor son inéditas y con ellas se abren puertas para conocer mejor las andanzas de aquellos toledanos, en especial los de esta villa sagreña, que, por los más dispares motivos, marcharon a hacer las Américas.

Publicado por Editorial Círculo Rojo, el autor anuncia continuar su divulgación con varios volúmenes más. En tanto llegan, este «Juan de Rojas» ya ha traspasado la mar océana y ha tenido especial acogida en tierras cubanas. Hace unas semanas el libro fue presentado por Eusebio Leal, director de la Oficina del Historiador de La Habana, a un destacado grupo de investigadores y arqueólogos. La obra de Perezagua también ha sido una de las últimas recomendaciones realizada por la Biblioteca Central de la Universidad habanera a sus lectores.