Una ruta turística por la infancia del fundador del Opus Dei

La casa natal donde nació el 9 de enero de 1902, con vistas a la Plaza del Mercado; el comercio donde trabajaba su padre, Juncosa y Escrivá; el hogar de su madre Dolores, Casa Albás; la catedral y el museo diocesano, donde se casaron sus padres y fue bautizado; o el colegio de las Escuelas Pías donde estudió son algunos de los rincones de Barbastro (Huesca) que forman parten de la Ruta de San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.

Los empresarios de Barbastro, ciudad natal de San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, quieren aprovechar el tirón de una figura de carácter mundial para potenciar el desarrollo socioeconómico de la localidad. El objetivo es incorporar el municipio a las rutas de turismo religioso y, más concretamente, a las rutas marianas.

Para ello han impulsado la puesta en marcha la Ruta de San José María Escrivá de Balaguer, que permite recorrer los espacios que marcaron la infancia de Escrivá de Balaguer. La ruta, que puede consultarse en www.rutadesanjosemaría.es, cuenta con diez puntos principales de la vida del fundador del Opus Dei en Barbastro.

A los ya citados hay que añadir el Ayuntamiento, que le nombró hijo predilecto en 1947, le dedicó una avenida en 1971 y le impuso la medalla de oro de la ciudad en 1975; el museo de los Mártires Claretianos; la Iglesia de San José María, primera dedicada al santo; el monasterio de Nuestra Señora de El Pueyo, que frecuentaba la familia Escrivá-Albas; y el Santuario de Torreciudad, fundado por él mismo.

El proyecto recibió una subvención del anterior gobierno aragonés PP-PAR y cuenta con el beneplácito de la comarca del Somontano, el ayuntamiento y la Diócesis de Barbastro. El Obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Pérez, considera «extraordinaria» esta iniciativa. «Es algo que debíamos a la prelatura del Opus Dei por haber nacido (San José María) en esta tierra y ciudad y haber dejado la impronta de ese santuario (Torreciudad)».

Se prevé que la ruta esté operativa a partir de la primavera de 2016. Con ella, los empresarios esperan poder atraer a los más de 200.000 peregrinos que cada año pasan por el santuario mariano de Torreciudad, dedicado a la Virgen María. Este año celebra su 40 aniversario: fue en 1975 cuando este enclave, promovido por San Josemaría Escrivá de Balaguer se abrió al culto.

Allí, los aragoneses ocuparon en el siglo XI un fuerte musulmán y construyeron una ermita para venerar a la Virgen. Su nombre proviene de una vieja torre de vigilancia de la época árabe, cuyas ruinas se encuentran a unos metros de la antigua ermita. Hoy, este Santuario se ha convertido en la piedra angular del turismo religioso en la Comunidad. Un tipo de turismo que deja en Aragón 187 millones de euros al año.