En julio regresaron a Aragón, por mandato judicial, 51 piezas de Sijena. El Museo de Lérida no quiere soltar otras 44
En julio regresaron a Aragón, por mandato judicial, 51 piezas de Sijena. El Museo de Lérida no quiere soltar otras 44 - Efe
Cultura

La Generalitat demanda a unas monjas a las que compró ilegalmente obras de arte aragonesas

Les exige «gastos de conservación, mantenimiento y mejora» de 44 piezas que debe devolver al oscense Monasterio de Sijena

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Tras la cascada de sentencias y autos en su contra por retener ilegalmente durante décadas un centenar de obras de arte aragonesas -del oscense Monasterio de Sijena-, ahora la Generalitat trata de quedarse las que aún no ha devuelto alegando que, antes, las monjas a las que les compró ilegalmente esas piezas tienen que pagarle por «gastos de conservación, mantenimiento y/o mejora».

La demanda ha sido presentada contra la Orden de religosas de San Juan de Jerusalén (monjas sanjuanistas) por el Consorcio del Museo de Lérida, controlado por la Generalitat y de cuyo patronato forman parte también el Ayuntamiento y la Diputación ilerdenses. En este museo permanecen 44 de las 97 obras de arte que componen el conocido como «tesoro artístico de Sijena».

El pasado julio, tras un ultimátum lanzado por la Justicia, la Generalitat devolvió 51, pero se quedó con otras 46. Los tribunales han amenazado a las autoridades catalanas con acciones penales si no las entregan de inmediato. De esas 46 que faltan por regresar a Aragón, 44 están en el Museo de Lérida; las otras dos dice el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) que hace años que no sabe dónde están.

Ante la amenaza de los tribunales, el consorcio del Museo de Lérida que controla la Generalitat ha emprendido un nuevo intento judicial para retener esas 44 piezas de Sijena que sigue reteniendo. Tras disfrutar de ellas desde hace más de 30 años gracias a una supuesta compra-venta que la Justicia ha declarado ilegal -la sentencia dictada por un juzgado de Huesca apunta incluso a que la Generalitat falseó el contrato de compra-venta con precios ficticios-, ahora intenta quedárselas alegando que las monjas que son sus legítimas propietarias deben pagarle al museo por «los gastos de conservación, mantenimiento y/o mejora» de ese valioso fondo artístico.

Además, en la misma demanda reclaman que la Justicia le reconozca al Museo leridano el derecho a retener esas obras de arte «hasta que le sea efectivamente satisfecho el citado crédito». Lo que no dice el Museo de Lérida es cuánto pide por esa «conservación, mantenimiento y/o mejora». Afirma que no le ha dado tiempo de cuantificarlo todavía.

El obispado de Lérida, del lado de la Generalitat

Esta maniobra judicial emprendida ahora por la Generalitat a través del Museo de Lérida vuelve a poner en situación comprometida a la propia Iglesia, porque del consorcio que demanda a las monjas sanjuanistas forma parte también el Obispado de Lérida -en entredicho desde hace años por su connivencia con la estrategia de la Generalitat para retener obras de arte del patromonio eclesiástico aragonés-.

El Obispado de Lérida se convierte ahora en parte de esa demanda contra la congregación de religiosas de San Juan de Jerusalén, mientras la Diócesis ilerdense sigue enrocada del lado de las autoridades catalanas y persiste, desde hace un decenio, en su negativa a devolver otro centenar de bienes sacros aragoneses -los conocidos como «bienes de la Franja»-, pese a las sentencias eclesiásticas firmes que le obligan a entregarlas. Los «bienes de la Franja» también están retenidos en el Museo de Lérida.

Demanda «de mala fe, increíble y temeraria»

La nueva demanda presentada por el Museo leridano contra las monjas sanjuanistas ha sido duramente criticada por el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena (Huesca). Su abogado, Jorge Español, no ha dudado en calificarla «de mala fe, increíble y temeraria», al tiempo que considera que «no puede prosperar de modo alguno» por no tener base jurídica.

Alega este letrado que el Museo de Lérida no puede aspirar a reclamar «gastos de conservación, mantenimiento y/o mejora» por unas obras de arte de las que ha estado disfrutando durante décadas a raíz de una compra-venta que ha sido declarada ilegal.

Otro frente: los frescos de Sijena

Las autoridades catalanas llevan dos años recibiendo continuos varapalos judiciales por el arte del que fue despojado el Monasterio de Sijena y que acabó en museos catalanes. Además de esas 97 piezas del «tesoro artístico de Sijena», los tribunales también han condenado a la Generalitat por las pinturas murales de ese mismo monasterio que se exhiben en el barcelonés MNAC y que también se ha ordenado que sean devueltas a Aragón.

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