Imagen de archivo del yihadista conocido como «Kokito de Castillejos»
Imagen de archivo del yihadista conocido como «Kokito de Castillejos» - ABC

Turquía entrega a dos viudas de yihadistas que viajaban a España

Se las detuvo en diciembre, y una fue mujer del sanguinario «Kokito de Castillejos»

Madrid Actualizado: Guardar
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La viuda del sanguinario yihadista Mohamed Hamduch, «Kokito de Castillejos», y otra mujer igualmente casada con otro muyahidín de Daesh muerto en combate fueron entregadas este martes por las autoridades turcas a la Guardia Civil en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Las dos habían sido detenidas el diciembre pasado en ese país cuando pretendían viajar a España.

Las fuentes consultadas por ABC afirman que no hay evidencias de que tuvieran órdenes de Estado Islámico de venir a nuestro país con alguna misión concreta, aunque por su perfil, muy radicalizado, son consideradas como un peligro para la seguridad nacional. Están acusadas de pertenencia a organización terrorista, y serán puestas a disposición de la Audiencia Nacional.

Las detenidas estaban muy radicalizadas y constituían un peligro para nuestra seguridad nacional

Asia Ahmed Mohamed es la viuda de «Kokito», el individuo con fuertes raíces en España que viajó a Siria para unirse a la yihad y que ganó popularidad por fotografiarse con las cabezas decapitadas de sus víctimas. Con 28 años y un hijo de ocho meses, perdió la vida en noviembre del año pasado, tras haberse incorporado a Daesh en 2013. Llegó a mandar una unidad formada al menos por 200 hombres.

Después de que muriera en combate, la esposa de este sujeto se casó con otro terrorista que igualmente perdió la vida en un enfrentamiento y del que estaba embarazada cuando fue arrestada en Turquía.

La otra mujer es Fátima Akil Laghmich, también viuda de otro muyahidín de Estado Islámico, Mourad Kadi, y que como Asia pretendía llegar a España junto a su hijo de tres años. Los hijos menores de ambas serán entregados a sus familiares.

Las detenidas, sobre las que pesaba una orden internacional de detención promovida por la Guardia Civil, han permanecido en territorio de Daesh durante más de dos años, en un contexto de brutalidad extrema, según precisó Interior en un comunicado. El Ministerio afirma que vivieron de manera voluntaria bajo las condiciones de Estado Islámico y que su nivel de adoctrinamiento las convierte en una «amenaza potencial para la seguridad nacional».

Además, su vinculación con miembros muy activos de la organización las convierte en elementos clave para ser utilizadas, eventualmente, como «facilitadoras» para la organización terrorista en España.

La investigación se ha prolongado durante más de dos años, tiempo en el que ha tenido un papel fundamental el intercambio de información con los servicios norteamericanos, turcos y marroquíes.

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