Un Rajoy previsible y conciliador

Consciente de la imposibilidad de ser investido presidente, Mariano Rajoy pronunció un discurso largo, monótono y sin ofrecer grandes titulares. Si bien tuvo un comienzo directo, entrando de lleno en materia explicando por qué la opción que él encabeza es la única viable para que haya gobierno, conforme fue transcurriendo su intervención fue perdiendo fuelle.

A lo largo de su discurso abordó los principales problemas que afectan a España ofreciendo pactos en cuestiones como educación, pensiones, yihadismo. También hizo especial mención a la unidad de España, a la que dedicó varios minutos y no quiso desaprovechar su intervención para poner en valor su gestión como presidente del Gobierno , en especial, en materia económica.

Lo que sí resultó llamativo es las pocas alusiones al acuerdo con Ciudadanos, a quien agradeció en varias ocasiones su apoyo a la investidura, agradecimiento que hizo extensivo a Coalición Canaria.

Pero salvo esto, pocas alusiones más a la formación naranja a lo largo de su intervención.

En resumen, el de ayer no será un discurso para recordar. Pese a que el presidente en funciones abordó los principales problemas que afectan a España y los españoles y que se mostró conciliador, no ha sido una de las mejores intervenciones parlamentarias de Rajoy.

Daniel Ureña es presidente de la Asociación de Comunicación Política (ACOP).