Ana Pastor pide el espíritu de concordia del 78 para reformar la Constitución

Con la nueva disposición de los partidos a consensuar el perímetro de reforma de la Constitución de fondo, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, advertirá hoy de que la actualización de la Carta Magna no debe hacerse con menor concordia que en 1978.

Una premisa que también defiende el Gobierno y que supone incluir en el acuerdo, si se hace en esta legislatura, necesariamente a Podemos y todas sus confluencias.

La ecuación sí permitiría dejar fuera de ese consenso a los partidos independentistas EH Bildu, PNV, el Pdcat y ERC. En 1978, la Carta Magna se aprobó con un respaldo del 92,8 por ciento del hemiciclo: 325 votos a favor de un total de 345 presentes (se produjeron cinco ausencias).

Hoy, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos suman 321 escaños, el 91,7 por ciento de la Cámara Baja. Sumando los dos escaños de UPN, y el diputado que tienen tanto Coalición Canaria como Nueva Canaria y Foro Asturias podrían llegar hasta los 326 a favor, el 93,14 por ciento de la Cámara y superar el consenso del 1978.

Pero es precisamente la posición de Podemos la que, según los otros tres partidos constitucionalistas, pone en duda que se pueda alcanzar un consenso tan cercano a la unanimidad.

Las posiciones de partida de la formación morada en cuanto al modelo territorial, con la exigencia de definir un estado plurinacional, así como la reformulación de los derechos sociales para dotarles de un mayor blindaje son puntos de partida muy alejados de las posiciones de PP y Ciudadanos. Pero, además, estos tres partidos ponen en duda un elemento básico para el éxito de toda negociación.

«A su modo»

«Da la impresión de que Podemos solo quiere hacer las cosas a un modo que es el suyo, y si no puede imponerse prefiere quedarse al margen antes de que buscar un punto de encuentro entre todos.... Aún queda un camino muy largo por recorrer pero es la estrategia que está siguiendo en todo lo demás», subrayan fuentes populares.

El portavoz de En Comù-Podem, Xavier Domènech, no quiso ayer hacer declaraciones al respecto a este diario. La confluencia catalana de Podemos es la que determinará la posición de la formación morada en la cuestión territorial.

La tercera autoridad del Estado defenderá la idea del amplio consenso durante el discurso que pronunciará esta mañana en el Parlamento para conmemorar el trigésimo octavo cumpleaños de la ley de leyes.

Un acto en el que las ausencias vuelven a ser un año más una de las características. No acudirán a la conmemoración el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ni el portavoz parlamentario de esta formación, Íñigo Errejón, pero sí la secretaria general del grupo parlamentario, Carolina Bescansa.

Los nacionalistas volverán a ausentarse al completo: no habrá representantes del PNV, ni de ERC, del PdeCat (antigua Convergència) y EH-Bildu. También causarán baja la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena, y la mayoría de los presidentes autonómicos ya que hasta la tarde de ayer solo habían confirmado su asistencia tres de ellos: la madrileña Cristina Cifuentes, el gallego Alberto Núñez Feijóo y el asturiano Javier Fernández, presidente de la gestora que dirige el PSOE tras la abrupta salida del anterior secretario general, Pedro Sánchez.