El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro - EFE
Presupuestos Generales del Estado

Montoro: «Salimos de la borrachera del gasto y algunos quieren irse de copas para celebrarlo»

Admite que la recuperación no llega a todas las familias pero cree que las nuevas cuentas permitirán superar la «pesadilla»

Defiende que los Presupuestos servirán para disipar las sospechas de incertidumbre política que rodean a España

Madrid Actualizado: Guardar
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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha defendido este miércoles los nuevos Presupuestos de 2017 y ha atacado a los grupos de la izquierda por reclamar el regreso a un gasto público expansivo. Una receta que llevó a España al borde del rescate hace seis años.

«Hemos salido de la borrachera del gasto público y algunos quieren irse de copas para celebrarlo», ha criticado en alusión a las propuestas de PSOE pero, fundamentalmente, de Podemos. «Para eso tampoco sirve cambiar tanto la composición de la Cámara porque ese discurso ya lo habíamos escuchado», ha abundado como mensaje a la formación morada.

El debate de totalidad de las nuevas cuentas ha arrancado esta mañana en la Cámara Baja con la intervención del titular de Hacienda y seguirá esta tarde con las intervenciones del resto de los grupos.

La votación sobre las siete enmiendas de totalidad presentadas tendrá lugar mañana. Los apoyos están tan ajustados que cualquier error en las fuerzas que apoyan al Gobierno podría ser fatal. Junto al PP, Ciudadanos, PNV, Foro Asturias, Coalición Canaria y UPN darán apoyo al Gobierno.

Ninguno de ellos puede equivocarse al votar ya que entonces las nuevas cuentas serían rechazadas. No en vano, suman tantos votos (175) como los grupos que reclaman la devolución de las mismas: PSOE, Podemos, ERC, PDeCAT, Nueva Canarias y EH Bildu (175). En esta votación, un empate le sirve al Gobierno para seguir tramitando los Presupuestos. Eso sí, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, tendrá que repetir tres veces la votación y obtener el mismo resultado de 175 contra 175 antes de poder rechazar las enmiendas de totalidad.

Superada la votación, las cuentas pasarán a la fase de enmiendas parciales en las distintas comisiones antes de su aprobación definitiva en el Pleno. Para las populares esa votación es más peligrosa que la que se celebrará mañana, previsiblemente al portavoz de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, con quien las negociaciones ya están en marcha.

De hecho, él mismo ha señalado que en el precio de su apoyo se incluye la reforma del sistema electoral de Canarias. El Gobierno, de momento, guarda silencio. Una vez superada la aprobación del Pleno, las cuentas seguirán su tramitación en el Senado donde no tendrán problemas gracias a la mayoría absoluta que ostenta el PP.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha seguido desde su escaño la intervención de Montoro con atención, instantes después de que quedara cerrado el acuerdo sobre el cupo vasco que asegura el apoyo del PNV. En la cara del jefe del Ejecutivo se vislumbraba total tranquilidad.

No en vano, la tramitación de los nuevos presupuestos es el mayor reto parlamentario que se le ha presentado desde que fue investido por segunda vez. Y la superación de la votación apuntala al Gobierno en un momento político especialmente delicado por los últimos escándalos de corrupción, el inicio de la comisión de investigación sobre la financiación de Génova, las explicaciones pendientes en el Congreso y la moción de censura lanzada por Podemos.

Además, la aprobación de las nuevas cuentas entrega a Rajoy un importante comodín en términos de estabilidad ya que la legislación permite a Moncloa prorrogar los últimos Presupuestos aprobados por la Cámara Baja.

No obstante, el pacto con el PNV sí tiene una derivada pendiente de despejar. Y es la comparación que pueda hacer la Generalitat de Cataluña. Sobre ello, el ministro ha defendido en los pasillos que nadie debe verse agredido subrayando que este pacto se encontraba pendiente de actualizarse.

Desde la tribuna Montoro ha defendido que la aprobación de los nuevos Presupuestos permitirá a España librarse de «cualquier sospecha de incertidumbre política» y «mejorar la vida de los españoles». «El objetivo son las personas y sus necesidades», ha subrayado, antes de calificar las nuevas cuentas como las del «empleo y el gasto social».

Montoro ha querido centrar el eje de su discurso en el incremento del gasto social que recogen las nuevas cuentas, en un intento de desactivar el argumento fundamental en que se basan las siete enmiendas de totalidad presentadas por los grupos de la izquierda: los recortes que incluyen los nuevos Presupuestos.

Por ello, el ministro ha defendido una y otra vez que las nuevas cuentas son «las del «empleo y el gasto social». «El objetivo son las personas y sus necesidades», ha subrayado. En su discurso se ha apoyado constantemente en datos. Ha puesto sobre la mesa que el Gobierno destinará 57.000 millones más a gasto social que en 2007, el año anterior a la crisis, para afirmar que el gasto social que contienen las nuevas cuentas «es el más alto de la historia de España».

Pero también ha recordado que desde el anterior debate para la aprobación de Presupuestos, en 2015, los afiliados han aumentado en 870.000 y que de ellos el 58% son mujeres. Un indicio, según el ministro, de la reducción de la brecha de género en términos laborales. También ha señalado Montoro el crecimiento del 2% que experimenta la economía española para defender que las políticas aplicadas por el PP como las mejores posibles. o».

Siguiendo este hilo, el ministro de Hacienda se ha referido a la escueta mayoría que sustenta al Gobierno en el Congreso para advertir que la responsabilidad del Ejecutivo en política presupuestaria consiste «en mantener el rumbo».

«Nuestro deseo de llegar a acuerdos parlamentarios, de consensuar leyes y reformas y, en concreto, de sacar adelante los Presupuestos para 2017 no debe suponer dar bandazos en la política económica o en la política presupuestaria que nos hagan perder el norte», ha espetado.

Montoro no ha querido darse por vencido con los limitados apoyos con los que parte el PP en esta sesión, lanzando llamamientos una y otra vez al resto de los grupos para dejar a un lado las diferencias y cumplir con la obligación de aprobar unas cuentas que «permitirán alcanzar objetivos de déficit y sacar a España del procedimiento de déficit excesivo y promover la creación de empleo». Aunque será en balde ya que los portavoces de PSOE, Podemos y demás grupos que han presentado enmiendas a la totalidad han criticado con dureza al ministro tras su intervención.

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