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El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias - EFE
Congreso de los Diputados

Iglesias lleva las malas formas al Pleno del Congreso y acusa a Rajoy de que todo «se la bufa»

El presidente del Gobierno ignora los exabruptos del líder de Podemos y le contesta con la Constitución en la mano

Madrid Actualizado: Guardar
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El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se ha ataviado este miércoles con una americana -prenda que escasas veces utiliza- para preguntar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Pleno del Congreso. Un gesto con el que, sin embargo, ha acompañado la alocución con peores formas realizada hasta ahora en el Pleno del Congreso, más propia de la barra de un bar que de una intervención parlamentaria en el hemiciclo.

Y es que durante su turno ha decidido exhibido un vasto conocimiento de expresiones malsonantes para acabar acusando al jefe del Ejecutivo de que «se la bufa todo», porque ya tiene acordados los apoyos para sacar adelante los nuevos Presupuestos con Ciudadanos, el PNV y Nueva Canaria

Previamente, Iglesias había exhibido su amplio conocimiento en expresiones chabacanas para ofrecer a Rajoy varias posibles respuestas: «Como usted maneja la prosa de Lope con destreza, he estado reflexionando sobre la expresión que utilizaría usted. Tiene usted varias opciones: me importa un comino el informe de los letrados, me importa un pimiento, me importa un huevo, me importa un rábano o me importa un pepino. Incluso tiene usted otras fórmulas más directas: me la trae floja, me la suda, me la trae al fresco, me la pela, me la refanfinfla». Al final ha considerado que la posible respuesta que mejor se adaptaba a Rajoy era «me la bufa».

El informe al que se refería Iglesias es un documento elaborado los letrados del Congreso sobre el uso que está realizando el Gobierno del veto presupuestario para impedir la tramitación de iniciativas de la oposición. Y en ese documento, ha reprochado Iglesias, «dicen que la capacidad de veto del Ejecutivo debería configurarse en términos restrictivos para no afectar a funcionamiento de las Cámaras».

Rajoy ha respondido a Iglesias ignorando sus exabruptos y avanzando su decisión a seguir haciendo uso del veto dado que la Constitución otorga al Ejecutivo la capacidad de hacerlo. «Estoy a favor de la separación de poderes y por eso pido que el Parlamento respete también las facultades del Gobierno y que están recogidas en la Constitución y una de las más importantes es ejercer la iniciativa presupuestaria y velar por el cumplimiento de los Presupuestos», ha advertido.

En la misma línea, ha rechazado la acusación de que el Ejecutivo está haciendo uso del veto de manea arbitraria y por razones que se exceden las presupuestarias. «El veto no es por razones políticas», ha asegurado, recordando que el Gobierno «a veces se tiene que aguantar» y asistir a la aprobación en el Pleno de iniciativas con su voto en contra. Ayer mismo, la puesta en marcha de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana.

La Carta Magna efectivamente entrega al Gobierno la iniciativa presupuestaria y el deber de proteger el cumplimiento de las nuevas cuentas una vez que han sido aprobadas. Y de ahí, establece en su artñiculo 134.6 la facultad de vetar la tramitación de cualquier iniciativa que suponga un aumento del gasto aprobado o una disminución de los ingresos.

Las quejas de Podemos, pero también del resto de la oposición, se derivan del uso supuestamente excesivo que el Ejecutivo está realizando de esta herramienta, ejerciéndola, por ejemplo, sobre iniciativas que no se refieren al Presupuesto en vigor sino a cuentas futuras. El Ejecutivo ha hecho uso del veto en ocasiones y la Mesa ha decidido levantarlo en dos de ellas. La pugna entre ambos poderes es de tal calibre que el Gobierno ha decidido recurrir al Tribunal Constitucional para poner fin al contencioso.

Rajoy sí ha querido hacer uso de la ironía para referirse al acuerdo sobre los Presupuestos al que Iglesias se ha referido. Y tras celebrar esa primicia ha bromeado confiando en que «los citados tomen nota y le hagan caso», en alusión a Ciudadanos, el PNV y Nueva Canaria.

El Gobierno trabaja para conseguir el «sí» de todos ellos y está cerca de conseguirlo pero aún no lo ha cerrado. Las nuevas cuentas serán aprobadas en el Consejo de Ministros del próximo 31 de marzo y remitidas al Congreso el día 4 de abril.

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