El Gobierno estudia tomar las riendas de las cuentas de Cataluña

El recrudecimiento del desafío secesionista catalán tendrá respuesta desde el Gobierno con una gradual intervención económica de la región. Este proceso ha comenzado con la reducción de liquidez para la Generalitat. De momento, el Ministerio de Hacienda ha cortado los préstamos para Cataluña y estudia cuál será su siguiente paso. Fuentes gubernamentales confirman que el Ejecutivo de Rajoy sopesa aumentar progresivamente el control económico sobre Cataluña para asegurar la prestación de los servicios públicos sin que la Generalitat gestione la liquidez del Estado.

Para ello, aplicará las posibilidades que ofrece la ley de Estabilidad. Entre las medidas que contempla están la retirada de los fondos de financiación del Estado, que Hacienda pague directamente a los proveedores del Ejecutivo de Mas, sanciones para la región o, en el escenario más extremo, la intervención de las cuentas de la Generalitat por el Gobierno Central.

Estas fuentes señalan que en estos momentos no hay nada decidido y que el Gobierno aplicaría la ley de Estabilidad de manera progresiva: es decir, se comenzaría por las medidas más suaves (reducir la liquidez, retener pagos) hasta las más extremas (sanciones y la intervención económica). Al margen de Cataluña, la liquidez para el resto de las regiones está asegurada. De momento, la Generalitat adeuda más de 330 millones a las farmacias. Para poder pagar, el Ejecutivo de Mas reclama más liquidez al Gobierno central, por un excedente del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) al que se acogió este año. De hecho, la Generalitat elevó ayer su petición de dinero al Estado de 2.300 millones a 2.600.

Sin embargo, estos fondos los gestionaría la propia Generalitat, lo que provoca la desconfianza del Gobierno ante la insumisión de Mas, Otra de las fórmulas que baraja Hacienda es pagar solo una parte del FLA que cubra los servicios sociales catalanes. «El Gobierno garantizará los servicios públicos para todos los ciudadanos», señaló ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la firma de un acuerdo con Farmaindustria. A través de los préstamos en condiciones ventajosas del Estado, las regiones incumplidoras han podido cubrir los servicios sociales en la crisis.

Mariano Rajoy sabe que no está solo en el combate contra el desafío soberanista: siente que cuenta con el apoyo de las principales fuerzas políticas «en lo fundamental». Así lo afirmó ayer durante su intervención en el Foro de El Mundo «La España necesaria», donde aseguró que tiene «el apoyo de los partidos políticos» para «hacer respetar la Constitución» . Por eso, afirmó, «si se aprueba ese proyecto de resolución» para declarar la independencia de Cataluña, «lo voy a recurrir al día siguiente o al otro ante el Tribunal Constitucional, y creo que éste actuará en consecuencia».

Frente a quienes le acusan de inmovilismo y falta de reacción, Rajoy negó la mayor y defendió que «este Gobierno no ha abdicado de sus responsabilidades nunca», y está dispuesto a responder ante lo que calificó como «el mayor desafío que ha vivido nuestro orden constitucional en décadas». Más cuando se siente seguro de contar con el acuerdo de otros partidos políticos.

Recordó Rajoy como la Generalitat ha confesado estar «sin dinero» parapagar «los gastos de farmacia, ni las deudas pendientes, ni las nóminas de los funcionarios». Ante esto, el Estado « lleva aportados 49.000 millones de euros» desde 2012 para hacerse cargo de estos pagos y «que no se hundiese el sistema de bienestar de los ciudadanos de Cataluña».