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La Abogacía del Estado representada por la letrada Dolores Ripoll (d) y el fiscal Pedro Horrach - EFE

El exabogado de la Casa del Rey nunca dedujo «una actividad ilícita» en Nóos

Romero explica ante el tribunal que no era «adecuado» que el marido de la Infanta formase parte de una sociedad

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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La sesión del juicio del caso Nóos prosigue este jueves con la comparecencia de nuevos testigos. En primer lugar, ha declarado el antiguo asesor jurídico externo de la Casa del Rey, José Manuel Romero. A preguntas del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, ha señalado que trabajó como abogado de Don Juan Carlos entre 1993 y 2014.

Romero ha explicado que a mediados de 2005 tuvo conocimiento de «rumores y opiniones» sobre la formulación jurídica del Instituto Nóos. En ese momento, le comentó su preocupación sobre dicho asunto al jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza. El testigo ha añadido que no habló de esa cuestión con el secretario de las Infantas, Carlos García Revenga. Según su testimonio, los citados rumores no afectaban a Doña Cristina.

A mediados de 2005, Romero mantuvo un encuentro con Iñaki Urdangarín y con Diego Torres en la sede de Nóos, en Barcelona, para informarse sobre la estructura de Nóos y de otras empresas del grupo. En aquella reunión, el testigo no fue informado de que García Revenga y la Infanta formasen parte de Nóos.

«Jamás deduje que había una actividad ilícita, sino inadecuada para el marido de una Infanta de España», ha puntualizado Romero. En septiembre de 2005, volvió a reunirse con Urdangarín y con Torres para recomendarles que sería mejor que Urdangarín sólo estuviera presente en una fundación vinculada al deporte, no a una sociedad. El testigo ha confirmado que a principios de 2006 se produjo una interpelación en el Parlamento balear sobre el Illes Balears Fórum. «En ningún caso se plantea como algo ilícito penal, sino como algo de carácter político», ha insistido Romero.

En ese contexto, le dijo a Urdangarín que «no debía realizar actividades mercantiles». Fue también a principios de 2006 cuando Urdangarín y Torres le presentaron a Romero el proyecto de la Fundación Areté. El testigo ha explicado que su funcionamiento le parecía idéntico al de Nóos y por eso le comentó a Urdangarín que ese nuevo proyecto «no era adecuado». A partir de ese momento se inició la disolución jurídica de Areté.

El siguiente proyecto de Urdangarín y Torres fue la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. El testigo ha explicado que en las fundaciones vinculadas a la Casa del Rey, los integrantes de la Familia Real pueden formar parte de ellas siempre que previamente se haya comprobado su buen funcionamiento.

Actividad «inadecuada»

Horrach le ha preguntado a Romero si Urdangarín, aun así, podría haber actuado «en la sombra» en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. El testigo ha respondido que si bien como hipótesis podría ser así, «la fundación actuaba en la claridad absoluta». En relación al hecho de que Torres fuera el director general de dicha fundación, ha señalado que no le parecía mal.

Seguidamente, ha señalado que en aquella época no tuvo conocimiento de la existencia de Aizoon, cuya titularidad compartían Urdangarín y la Infanta, ni de otras sociedades del entramado de Nóos. A preguntas de la abogada del Estado, María Dolores Ripoll, el testigo ha indicado que «nunca» revisó la documentación de Aizoon ni de ninguna de las sociedades de Nóos.

Por su parte, la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, le ha preguntado a Romero si sabía que la Infanta tenía una sociedad »a medias» con su marido. «No lo sabía», ha respondido. Además, ha añadido que siempre recomendó que hubiera separación de bienes en los matrimonios que pudiera haber en la Familia Real. «Así se ha cumplido en todos los casos», ha aclarado más adelante.

A continuación, el abogado de Torres, Manuel González Peeters, le ha mostrado al testigo un escrito en el que en 2003 Urdangarín habría comunicado a varias personas, entre ellas a Don Juan Carlos y a Doña Sofía, la constitución del Instituto Nóos. En ese contexto, Romero ha señalado que desconocía si era habitual o no que Urdangarín enviase escritos a la Casa del Rey informando de sus actividades.

El testigo ha reiterado que la actividad de Urdangarín en Nóos le parecía «lícita», pero «inadecuada» por la estructura jurídica de la mercantil. Asimismo, ha indicado que tanto Urdangarín como Torres siguieron sus indicaciones en relación a Nóos, Areté y la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. Romero ha señalado también que él no intervino «en absoluto» en la captación de fondos para ninguna sociedad vinculada a Urdangarín.

El testigo ha reiterado, a preguntas del abogado de Urdangarín, Mario Pascual Vives, que lo que quería era proteger «el nombre» de Urdangarín, pero no porque hubiera «la más mínima sensación» de que había algo ilícito penal. «De las actividades privadas de los miembros de la Familia Real no se ocupaba nadie», ha respondido en relación a otra cuestión planteada por Pascual Vives.