Francisco Holgado, conocido como «Padre coraje»
Francisco Holgado, conocido como «Padre coraje» - AP

Encuentran un nuevo perfil genético del caso Padre Coraje

Tras hallarse la huella de un autor ya fallecido, se descubrió hace un mes un nuevo ADN

Madrid Actualizado: Guardar
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La huella a la que la Guardia Civil puso nombre el pasado noviembre, seis días antes de que prescribiera el asesinato de Juan Holgado Castro, el hijo del conocido como «Padre coraje», no sirvió por desgracia para llevar paz a Francisco y a Antonia. Agustín Morales Ruiz-Berdejo, el dueño de esa huella marcada en un tetrabrik de Kasfruit (el envase se perdió), llevaba muerto una década. El sorprendente hallazgo «in extremis» —Morales era un conocido delincuente, estaba fichado y vivía muy cerca de la gasolinera en la que mataron a la víctima— evitó la prescripción.

El Juzgado número 1 de Jerez de la Frontera parece, no obstante, decidido a archivar un caso que ha sido juzgado en dos ocasiones sin ninguna condena, un caso maldito donde los haya, plagado de errores.

Pero el trabajo ha continuado y, por tanto, no se ha podido cerrar.

El pasado junio el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil recibió de ese juzgado el encargo de nuevos análisis: tanto de huellas como de un cristal impregnado con la sangre de Juan Holgado.

Junto al perfil genético de la víctima, cruzado con el suyo, los agentes han encontrado otro, según ha podido saber ABC. Pero no tiene correspondencia, es decir, el dueño de ese perfil no está en la base de datos de ADN de interés criminal en la que hay huellas genéticas tanto de autores de delitos como otros perfiles extraídos de muestras recogidas en escenarios criminales. Se sobreentiende, por tanto, que esa persona, sea quien sea, no está fichada. El Juzgado aún no se ha pronunciado sobre este nuevo hallazgo que no es conocido por la familia, tal y como confirmó a este periódico el abogado José Miguel Ayllón.

«Siempre se puede hacer algo más porque hay técnicas nuevas en todos los campos. En temas tan clásicos y tan eficaces como huellas dactilares hay nuevos tratamientos de imágenes, revelados, etcétera», explica el coronel José Antonio Berrocal, jefe del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, quien admite que a veces «resucitan» casos de los que todo el mundo parece haberse olvidado.

Defectos y negligencia

Los padres de Holgado no están dispuestos a olvidar. El pasado abril recibieron otro varapalo cuando la Audiencia Nacional les denegó la reclamación de responsabilidad patrimonial que habían presentado por «una defectuosa, anómala y negligente investigación de la muerte violenta de su hijo».

La huella encontrada hace menos de un año de alguien que estuvo procesado es para ellos una prueba evidente de que su caso no se atendió con la debida diligencia.

El 26 de julio recurrieron en amparo al Tribunal Constitucional. En esa demanda, su abogado sostiene que «si se hubiera realizado una mínima y adecuada investigación, utilizando el personal cualificado y los medios de que se disponía para esclarecer otros crímenes, mis representados se hubieran ahorrado el horror de la ignorancia y la humillación de los juicios sin condena». Más de veinte años de sufrimiento. Sus miradas siguen puestas en un laboratorio.

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