El diputado de Unidos Podemos Diego Cañamero
El diputado de Unidos Podemos Diego Cañamero - ABC

La versión de Diego Cañamero«¿Cómo voy a quitarles el derecho a una VPO a estas criaturas?»

El diputado de Unidos Podemos trata de justificar que sus hermanos accediesen a viviendas públicas por mediación del Ayuntamiento de El Coronil

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Diego Cañamero justifica que sus hermanos accedieran a viviendas públicas por mediación del Ayuntamiento de El Coronil cuando el actual diputado de Unidos Podemos estaba en el gobierno local como alcalde y luego primer teniente de alcalde. «Tenía tres hijos, era un jornalero en paro y aparece el primero de los solicitantes en la lista, ¿cómo voy yo a quitar ese derecho a estas criaturas?». El ahora diputado justifica así la entrega de una casa promovida por el Consistorio en 2003 en un solar municipal a su hermano Francisco Cañamero. Tanto Francisco como su hermana Mercedes Cañamero —que se hizo en su casa un cuarto de baño, un patio y una azotea con cargo al Ayuntamiento ese mismo año, según la auditoría— trabajan en el Sindicato Andaluz de Trabajadores, al mando de su hermano hasta octubre.

«Nunca intervine en el reparto de las viviendas», afirma. «Promovimos 500 casas. Si pueden demostrar que yo los favorecí en algo concreto, estoy dispuesto a dimitir de todo», responde. Su historial incluye 80 detenciones, cinco estancias en la cárcel y casi 70 juicios por tomar por asaltar fincas y amedrentar a empresarios y empleados «esquiroles» al frente de piquetes en huelgas. El SAT no gana para pleitos. Asegura que tiene 700 miembros imputados por asaltar fincas o participar en protestas. A pagar su defensa, la llamada «caja de resistencia contra la represión» del SAT, Cañamero quiere destinar parte de su nuevo sueldo de diputado (4.637 euros al mes con dietas) y otra parte «va a Podemos». Se quedará con 1.300 euros.

El dirigente jornalero resta importancia al hecho de que otro de sus hermanos viva en una finca del sindicato pagada con subvenciones. «Son 60 hectáreas de monte malo. Otras siete familias no querían vivir allí y se fueron. Ellos se quedaron. Tienen unas lechugas allí plantadas y se ha hecho un poquito de viviendas para turismo rural. Viven con eso. ¿Qué ilegalidad hay allí?», se justifica.

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