Reuníon entre Mónica Oltra de Compromis, Ximo Puig, del PSPV y Antonio Montiel, de Podemos
Reuníon entre Mónica Oltra de Compromis, Ximo Puig, del PSPV y Antonio Montiel, de Podemos - Mikel ponce

El asalto de Podemos al PSOE empieza en Valencia

Pablo Iglesias comunica a Pedro Sánchez que quiere a la líder nacionalista de Compromís, Mónica Oltra, como presidenta autonómica

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La estrategia global de pactos que PSOE y Podemos intentan diseñar para diferentes gobiernos autonómicos mantiene bloqueados algunos que se daban por descontado después de las elecciones del pasado 24 de mayo. Es el caso de la Comunidad Valenciana donde, además, se añade el componente nacionalista de Compromís que enturbia aún más la dinámica de las conversaciones a tres bandas para conformar el Ejecutivo autonómico.

Los socialistas valencianos (23 escaños), con Ximo Puig a la cabeza, están sufriendo una «pinza» asfixiante por parte de la formación que lidera Pablo Iglesias y el egocentrismo exacerbado de Oltra. Compromís (19 escaños) y Podemos (13 escaños) tienen conversaciones muy avanzadas para formar una plataforma electoral exclusiva para concurrir de manera conjunta en la región a las próximas elecciones generales, para limitar el espectro ideológico al que se podría dirigir el PSOE de Pedro Sánchez.

No hay que olvidar que si Ximo Puig gobierna en la Comunidad Valenciana lo hará con el apoyo más bajo de su partido en toda la serie histórica electoral. Esta alianza de Compromís y Podemos se exhibe como medida de presión en las conversaciones con Ximo Puig para que éste ceda la Presidencia, circunstancia que no cristaliza.

Pablo Iglesias ya forma parte de ese «lobby» de presión y trasladó a Pedro Sánchez en la cena del pasado miércoles que no formarán parte del Gobierno de la Generalitat si Ximo Puig es el presidente, mientras que pidió que fuera Oltra la elegida para el puesto. El argumento fue mimético al empleado por el secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, en la primera reunión mantenida por el tripartito.

Mónica Oltra confirmó ayer que se vio con Pablo Iglesias el pasado martes y que hablaron de estas cuestiones. Explicó que «el cromo de la Presidencia es, obviamente, el importante, ese es el de Messi, y aquí alguno quiere cambiar el cromo del Coyote por el de Messi», en alusión a que Ximo Puig brinda su apoyo al candidato de Compromís para que sea alcalde a cambio de ser él el jefe del Consell.

El comodín de Ciudadanos

Pedro Sánchez contraatacó en esa cena con la posibilidad de que los socialistas ensayen un pacto con Ciudadanos (13 escaños), aunque para prosperar necesitaría de la abstención del PP (31 escaños) y fuerza mayoritaria en las tres provincias de la región.

El secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, se mostró proclive a dar oxígeno al PSOE si lo necesita, porque «todo lo que sea evitar que los nacionalismos puedan estar en el poder para hacer política nacionalista, todo lo que esté en nuestras manos, lo haremos».

Ahora bien, la líder de la formación de Albert Rivera en la región, Carolina Punset, se reunió para comer con Oltra el pasado miércoles y al término de la reunión –que definió como «cordial»– ensalzó las coincidencias con Compromís en materia de regeneración democrática, lucha contra la corrupción, cambios del modelo productivo y actuaciones medioambientales. Esta cita y su posterior análisis ha molestado en Ciudadanos.

Así, el devenir de las conversaciones entre Podemos Compromís y el PSOE está resultando tan tortuoso como ya se preveía tras ver lo que sucede en Andalucía, donde Susana Díaz no es capaz de sortear los obstáculos para convertirse en presidenta de la Junta.

Las cuestiones programáticas siguen avanzando en la comisión negociadora que el tripartito de izquierda puso en marcha después de la primera reunión, y hoy mismo se cruzarán documentación entre las tres formaciones para bajar al terreno de la concreción las coincidencias ideológicas en políticas básicas para la presente legislatura.

El próximo lunes está previsto que se celebre la tercera reunión de la que podría salir un documento firmado, que se denominará «La agenda del cambio» y que supondría, de facto, un acuerdo entre los tres partidos, a falta de resolver la cuestión nominal sobre si será Puig u Oltra quien lidere el Ejecutivo valenciano.

Nuevas elecciones

Las Cortes Valencianas se constituirán el próximo día 11 y a partir de la primera votación para elegir al presidente de la Generalitat los grupos parlamentarios tendrán dos meses de plazo para acordar el nombre del jefe del Consell. De no lograrlo, se volverían a convocar elecciones autonómicas.

El PP de la Comunidad Valenciana, mientras, guarda un prudente silencio ante lo que ha pasado de ser una entente «por el cambio y el progreso» en la Comunidad Valenciana, a un burdo reparto de sillas.

Alberto Fabra no ha aparecido desde que anunció que seguiría como presidente hasta el próximo congreso regional del PP, aunque no se presentaría a la reelección. Sí han deslizado, a través de la coordinadora general del partido, Isabel Bonig, que los votos del PP servirán para «dar estabilidad y gobernabilidad» a la Comunidad Valenciana.

Los populares no quieren ver ni en pintura un gobierno con los nacionalistas y Podemos y abstenerse para que sea Ximo Puig el presidente con el apoyo de Ciudadanos no se descarta, aunque reclamarían «contraprestaciones» como la Alcaldía de de Valencia y las diputacines de Valencia y Alicante.

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